Principales conclusiones de la reciente cumbre del G20 celebrada en China
12 de Septiembre de 2016
12 de Septiembre de 2016
Por: Cristina Noguera, profesora del Master International MBA de EAE campus Madrid
Con una agenda ambiciosa, incluso elogiada por el propio secretario general de la ONU, Ban Ki- Moon, partía la undécima Cumbre de jefes de estado y gobierno del grupo de países integrantes del G20, celebrada los pasados días 4 y 5 de septiembre en la ciudad China de Hangzhou.
Como novedades en el orden del día, un giro de tuerca. Si bien históricamente, la agenda de los mandatarios había venido estando centrada en la estabilidad financiera internacional, con especial foco en el desarrollo de las economías de los denominados "países emergentes", y la lucha unificada contra la amenaza terrorista mundial, este año, la agenda viene claramente influenciada por el reciente acuerdo adoptado en el marco de Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático celebrada en París el pasado mes de diciembre de 2015.
En una reunión, histórica y sin precedentes, y con una materia que había quedado ya pendiente en la pasada cumbre celebrada en Turquía en 2015, bajo el lema "Hacia una economía mundial innovadora, vigorosa, revitalizada, interconectada e inclusiva", por primera vez, la inquietud del G20 se centra en objetivos de crecimiento SOSTENIBLE, sentando las bases que garanticen una firme lucha contra el cambio climático.
El papel de China ya fue más que relevante en diciembre para que los ambiciosos objetivos del Acuerdo de París fuesen finalmente alcanzados.
Como uno de los principales motores de la economía global, China demuestra su liderazgo y capacidad de gestión en relación con uno de los principales retos a los que habrá de enfrentarse el mundo y sus economías locales y globales, en los años venideros.
Más allá del "leitmotiv" y agendas oficiales, eran los acuerdos bilaterales previstos durante la cumbre, los que habían despertado gran interés por la trascendencias de las decisiones a adoptar. Sin embargo, ni el tan esperado encuentro Obama & Putin, orientados a alcanzar una solución real y tangible para el conflicto en Siria, ni el debut de Theresa May en calidad de líder del reciente Brexit, tuvieron los resultados, ni trascendencia esperados.
La undécima cumbre del G20 concluye con una larga lista de buenos propósitos en materia medioambiental y habrá que dejar que sea el propio transcurso del tiempo el que finalmente dictamine si los acuerdos alcanzados son materializados en acciones concretas, que reflejen resultados tangibles, más allá de los buenos propósitos o si, una vez más, estos quedan sólo en papel mojado.