Día de la Mujer: Profesoras de EAE Business School explican los principales retos que la mujer todavía debe afrontar en el ámbito empresarial
08 de Marzo de 2019
08 de Marzo de 2019
El Día de la Mujer se celebra el 8 de marzo para reivindicar la igualdad de derechos entre géneros. El tema de este año es "Pensemos en igualdad, construyamos con inteligencia, innovemos para el cambio", y ello coloca la innovación por parte de las mujeres en el centro de los esfuerzos para lograr la igualdad de género.
El número de mujeres directivas en España se ha congelado en 2018 en el 27%, el mismo dato que en 2017, esto pone algo de freno al lento avance registrado en los últimos siete años, según el informe Grant Thornton "Women in Business". Pero hay datos positivos, porque el porcentaje de empresas que no tienen ninguna mujer al mando se ha reducido del 22 al 20%.
Profesoras de EAE Business School, directivas u ocupando puesto de relevancia importancia, analizan cómo ha cambiado el papel de la mujer en las empresas en estos últimos años, según sus experiencias vividas. Maria Ángeles Ruiz Ezpeleta es profesora de Gestión Global en el Máster en Supply Chain Management Full Time y Executive de la Escuela, y explica que hace 30 años ser Directora de Exportación era algo inusual en una profesión eminentemente masculina. "Mi experiencia profesional en ese campo ha sido muy enriquecedora, especialmente viendo como tras el paso de los años cada vez más he coincidido en los negocios con mujeres dedicadas a esa área que, al igual que yo, han tenido que superar infinidad de obstáculos tanto sociales como empresariales, para lograr la Dirección de las áreas de comercio y marketing internacional".
Directora y profesora del Máster en Dirección de Recursos Humanos, Esther González Arnedo rememora, cuando en 1959, Margaret Thatcher se convirtió en la primera parlamentaria del partido tory en Reino Unido y descubrió que no existían baños para diputadas en el Parlamento británico. Tenía que usar el baño existente en el cuarto de plancha del personal de servicio, que sí eran mujeres. "Incluso en el mundo más avanzado y civilizado, en este año 2019, las mujeres ganan menos que los hombres, tienen menos oportunidades de promoción y un mayor riesgo de precariedad laboral. Conviene tener en cuenta que a esta injusticia contribuyen por igual hombres y mujeres. El que una mujer reciba menos promoción, cobre menos que un hombre y tenga más riesgo de ver su trabajo precarizado es consecuencia de valores y sesgos compartidos por toda la sociedad", explica.
Fátima Vila, profesora de Marketing en entornos digitales del Máster en Marketing Digital y Comercio Electrónico, cree que, cada vez más, las mujeres no imitamos a los hombres. "No aspiramos a continuar su modelo directivo sino a crear el nuestro propio, más colaborativo, más horizontal. En base a lo que hemos aprendido, a lo hemos experimentado, muchas mujeres intentamos cada día no repetir patrones sino ser el tipo de directivo que nos hubiera gustado encontrarnos".
Pilar Llácer, Personal Docente Investigador de EAE, explica que, entre otras cosas, "para llegar a puestos de cierta relevancia debemos hacer networking, estar fuera de la oficina, pues es allí donde se toman las grandes decisiones; y no estamos". Personalmente cree que en su ámbito laboral se ha perdido muchas cosas, "especialmente, ahora que soy consciente de que hay que salir del despacho y potenciar las relaciones sociales".
Pone un ejemplo que explica que todavía queda mucho por hacer, "si abrimos las primeras páginas de diarios económicos vemos que no sale una mujer, y hasta que no estemos ahí no cambiarán las cosas".
Profesora de los Máster en Economía y Finanzas, Débora González Celdrán comenta que "mi experiencia en estos veinte años de carrera siempre ha sido positiva. No he sentido (ni lo he permitido) la discriminación por ser mujer y siempre he intentado, dando ejemplo a mi equipo/alumnos, que se respete y se valore por igual a las personas independientemente de sus rasgos físicos".
Retos para ser visible en puestos directivos
Maria Ángeles Ruiz Ezpeleta comenta que, durante su última etapa de asesora del área internacional, en los procesos de selección que lleva a cabo, aún ha de oír la frase de "no te molestes María Ángeles, pero deseamos un Director de Exportación que sea un hombre".
Para Verónica Platas, profesora del Máster de Recursos Humanos, el papel de la mujer en este tipo de trabajo es doble, "ya que tenemos que hacer bien nuestro trabajo, pero a su vez intentar ser ejemplo para otras. Si además eres madre, requiere de poder tener una muy buena gestión de tu tiempo, para poder desarrollarte como profesional, como madre, y como persona".
Para ella, que todavía haya más hombres en puestos directivos es algo generacional. "Estamos viendo que en función de las franjas de edad, sigue habiendo más hombres que mujeres, pero a medida que nos vamos acercando a los millennials, se está diluyendo más, liderando la mujer, incluso, en muchos sectores. Llegando incluso a desaparecer el género y hablando de personas".
Mientras que Fátima Vila cree que los hombres siguen siendo mayoría a la hora de ocupar trabajos de dirección por inercia. "¡Es normal que muchos hombres no cooperen en cambiar una inercia que les favorece! Además, aunque para mí es menos importante, el mundo del trabajo está modelado en base a lo que era la vida de los hombres hace décadas y es ajeno a cosas importantísimas de la vida: Cosas que muchas mujeres, y cada vez más muchos hombres, ambicionan al mismo nivel que una carrera profesional como es el bienestar físico y mental o la familia". Explica que, afortunadamente, en muchas organizaciones, esto está cambiando y las empresas se plantean entornos laborales más amables, conciliadores, cooperativos "Ahí la falsa dicotomía vida personal VS trabajo se diluye", reitera.
Esther González Arnedo se pregunta que si los puestos directivos se han asociado tradicionalmente con altísimo nivel de responsabilidad y dedicación, (lo que se reflejaba en muchas horas de permanencia y entrega a la empresa, ¿Realmente estos valores siguen teniendo vigencia en un mundo hiperconectado? "Las nuevas generaciones apuestan decididamente por el cuidado compartido de sus hijos y valoran como fundamental la flexibilidad y el equilibrio trabajo- vida personal".
Signos de positivismo
Ruiz Ezpeleta constata que, en la actualidad, existe prácticamente una igualdad entre el número de estudiantes de sexo masculino y femenino que optan por grados Negocios y Marketing Internacionales. "Esta realidad me hace ser optimista y confío que esta profesión, que me entusiasma y a la que he dedicado toda mi vida, sea en la práctica tan accesible a las mujeres como a los hombres".
Mientras que Débora González Celdrán apunta que en los primeros años, cuando aún incomodaba que una mujer capitaneara una empresa, "las mujeres copiamos los métodos de liderazgo del hombre. En los últimos años, hemos adaptado ese rol a nuestra verdadera naturaleza, más empáticas, más resilentes y ejerciendo una autoridad informal, basada en la meritocracia".
Verónica Platas sabe que tenemos mucho camino por recorrer, y muchas barreras por romper. "Pero como personas que lideramos proyectos, cada vez hay más mujeres emprendedoras, o profesionales que acceden a puestos de liderazgo por sus competencias y conocimientos. Los estereotipos del siglo pasado van quedando poco a poco como eso ".
Débora Celdran destaca la inteligencia emocional como gran ventaja competitiva que hemos sabido utilizar. "En definitiva, nos hemos ganado el respeto con conocimiento y resultados, independientemente de nuestra condición de género. El verdadero talento está en la cabeza y no debajo de la cintura".
"Desde que tengo mi propio proyecto, he conseguido, o al menos lo intento, llevar los valores que me parecen importantes a mi día a día. En mi caso, trabajo rodeadas de mujeres y son todas competentes y muy buenas compañeras. Dicen que las casualidades no existen, ¿no?", puntualiza Fátima Vila.