El 60% del empleo digital en España lo crean las empresas tradicionales
02 de Julio de 2019
02 de Julio de 2019
Por Noelia García, periodista de El Economista
La revolución industrial ha traído consigo la magnificencia en los negocios. La tecnología se ha ido actualizando y adaptándose a las demandas y necesidades de cada época. Los dispositivos, los nuevos competidores del mercado, los servicios adaptados al cliente y el análisis de datos hacen esta transformación atractiva para todos los actores. Las empresas tradicionales se están adaptando a esta nueva tecnología, tan necesaria para sobrevivir en el mercado. Otras aprovechan el valor agregado de la tecnología y capturan la cuota de mercado global, abriendo experiencias, productos o servicios a nuevas expectativas. La digitalización ha aumentado el ritmo de trabajo, la eficiencia y el acceso a la información. Hoy en día el empleo digital se ha hecho cargo de los empleos tradicionales en la mayoría de las industrias y eso ha hecho que los directivos y directivas de este país hayan entendido el presente y el futuro de nuestro nuevo ecosistema.
Según los datos de la bolsa de empleo de ISDI, las compañías de la economía tradicional que están inmersas o ya muy avanzadas en sus procesos de digitalización están creando ya el 60 por ciento de los puestos digitales en nuestro país. Trabajos como operadores de máquinas y ensambladores; empleados de oficina y de servicio al cliente están desapareciendo como resultado de la automatización, la robótica y la subcontratación.
Los sectores de uso intensivo de tecnología crean empleos STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) de alta tecnología que suelen ser más productivos y, por lo tanto, generan una demanda adicional, pero la realidad es que el proceso de transformación de la empresa tradicional es el que está ofreciendo más empleo. El empleo digital ha aportado flexibilidad y libertad al entorno laboral. Esto ha dado un impulso a una cultura que fomenta el pensamiento creativo y la innovación. Además, la fuerza laboral de la nueva era está ingresando al mercado con un conjunto de habilidades diferente y un mayor nivel de especialización.
Según el Accenture Technology Vision 2019, "La era postdigital ya está aquí. ¿Estás preparado para lo que viene?", las compañías se encuentran en un punto de inflexión. Deben adaptar las estrategias tecnológicas que han creado estas plantillas de próxima generación para hacer posible una nueva forma de trabajar en la era postdigital. El 71% de los encuestados cree que sus empleados son más maduros digitalmente que la propia organización, lo que hace que estén esperando a que ésta se ponga al día.
Eduardo Gómez Mesto, director nacional de Eurovendex, la divisón del Grupo Adecco especializada en la externalización de procesos comerciales, ha indicado recientemente que "España es el cuarto país de la Unión Europea en el ranking de ventas online, solo superado por Reino Unido, Alemania y Francia. El 71% de los internautas compra o ha comprado por internet en el último año y ya tenemos 19 millones de usuarios. Los sectores con un mayor volumen de ventas son los de ocio y cultura, turismo y tecnología, aunque todavía hay otros en los que tiene un peso prácticamente residual, como el sector de la alimentación, que no supera el 2% de las ventas". Esto significa que la reinvención de la estrategia de las compañías hacia lo digital y la internacionalización ya es una realidad.
Las estrategias digitales audaces y estrechamente integradas serán el mayor diferenciador entre las empresas que ganan y las que no lo hacen. Todo lo relacionado con las nuevas tecnologías y los perfiles STEM ofrece los índices más altos de empleabilidad. Son perfiles técnicos, muy enfocados a un aprendizaje práctico que permite resolver grandes retos gracias a su capacidad analítica.
Hoy, los empleos en sectores en crecimiento como la salud, la educación y otros servicios en persona requieren un conjunto de habilidades diferente a los adquiridos por personas que anteriormente trabajaban en sectores con empleos en declive, como la agricultura y la manufactura. Y las empresas más adaptadas al nuevo entorno digital serán las que sobrevivan.