El efecto Coronavirus: ¿Realmente supone un impacto a largo plazo? Por José Ramón Sánchez Galán
16 de Marzo de 2020
16 de Marzo de 2020
El coronavirus es actualmente un fenómeno que se ha extendido con rapidez a lo largo del planeta. Sin embargo, antes de analizar sus efectos económicos, sería necesario plantearse las siguientes cuestiones.
En primer lugar, no se trata propiamente de una enfermedad sino una causa, al tratarse de un virus. Coronavirus hay de varios tipos y provocan desde un mero resfriado hasta una letal neumonía. Pero generalmente no son virulentos. De hecho, el actual, tiene una mortandad de entre el 0.2 y el 2%. Por otro lado, ya se están dando pasos acelerados para la obtención de una vacuna antes de finales del presente mes.
¿A qué es debido tal temor? Precisamente dada la velocidad de propagación y la facilidad de contagio, a través del aire de persona contagiada a no contagiada. Eso ha inducido un sentimiento de relativo pánico entre la ciudadanía. Y esa sensación es la que menos agrada a los mercados: la incertidumbre, lo cual unido al miedo se convierten en peligrosos catalizadores bajistas, como está sucediendo. Si además se incluye el hecho de que se origina en una de las principales economías del mundo (y, quizás, el principal consumidor externo), como es China, terreno abonado para efectos económicos externos negativos.
¿Qué tipo de efectos? Sucintamente 1) Empresas que trabajan con proveedores chinos, que ven mermadas sus existencias y posterior ventas en más de un 47%, sobre todo automoción y textil, con agotamientos previstos en 2 / 3 semanas y roturas de stock hacia el mes de mayo 2) Sector turístico, caso de Italia, que ha caído en algunas zonas en más de un 30%, 3 ) El sector químico prevé que en junio tendría que echar mano de almacenes de seguridad para, al menos, mantener un mínimo de demanda, 4) El transporte, dado que se cierran carreteras y accesos, disminuyendo el abastecimiento, en ocasiones, cercano al 90% 5) China ha educido un 15% sus importaciones de todo el mundo y 6) Las relaciones comerciales entre países también se deterioran. Por ejemplo, Italia y Alemania, principales socios de España, lastran sus productos y reducen los intercambios, con predicciones que llegan entre el 20 y el 38% en algunos casos.