Confirmado: “Si los empleados comparten el propósito de la compañía trabajan más y mejor” , Jaime de Jaraíz, presidente de LG Iberia
07 de Abril de 2021
07 de Abril de 2021
“El leve aleteo de una mariposa en Sri Lanka puede provocar un tsunami en Estados Unidos”. Probablemente habrás escuchado esta frase, atribuida al meteorólogo Edward Lorenz, en más de una ocasión. Suele utilizarse para explicar e ilustrar la llamada Teoría del Caos o Efecto Mariposa, es decir, el imprevisible funcionamiento del Universo, donde pequeños cambios pueden conducir a consecuencias totalmente divergentes.
En este caso no fue un tsunami, pero sí una fuerte tormenta la que sorprendió a Jaime de Jaraíz, presidente de LG Iberia, mientras disfrutaba de unas vacaciones con su familia y que le hizo temer seriamente por la seguridad de los suyos. Nunca sabremos si fue el aleteo de una mariposa en algún lugar remoto del planeta lo que originó aquella tormenta, pero sí que ese fenómeno meteorológico desencadenó una consecuencia totalmente imprevisible. Se llama Smart Green y va a permitir plantar cada año 47 millones de árboles en España.
Aquel episodio familiar hizo que Jaime de Jaraíz se diera cuenta de hasta qué punto el cambio climático supone una amenaza seria y real para todos, y transformó por completo su mentalidad. Desde ese momento se autoimpuso la misión de utilizar todos los recursos a su alcance para luchar activamente contra el calentamiento global. Desde el primer momento tuvo claro que quería desmarcarse del llamado Green Washing, un ejercicio de cosmética marketiniana por medio del cual se promueve la percepción de que la empresa es respetuosa con el medio ambiente con el único objetivo de beneficiarse económicamente de ello. Primero consiguió involucrar a su compañía, creando el movimiento LG Smart Green. Más tarde logró que se fueran sumando otras empresas y se estableció Smart Green España, en el que participan conjuntamente corporaciones y administraciones públicas.
Tres años después de aquella tormenta, ese movimiento ha permitido plantar 3 millones de árboles y se ha instaurado en el ADN de LG como un rasgo transversal de su filosofía corporativa (Life’s Good, hacerle la vida fácil a la gente). Además, se ha convertido en un elemento vertebrador de la identidad corporativa y en el valor distintivo de su “employer branding”, según explicó Jaime de Jaraíz, durante una sesión de Directivos por el Mundo titulada “De la concienciación a la acción: el deber de las empresas con el medioambiente”.
En esta ocasión el Check EAE viene de la mano de Bethlem Boronat, directora del Master de Design Thinking y Customer Experience de EAE Business School, que va a apoyar y comentar las declaraciones de Jaime de Jaraíz acerca del movimiento Smart Green España.
El movimiento Smart Green España, en el que empresas y administraciones trabajan conjuntamente para conseguir una intervención más efectiva, parte de la visión de Jaime de Jaraíz de que los gobiernos facilitan la economía, pero son las empresas las que la sostienen y que, por tanto, son ellas las verdaderas agentes del cambio. “Las empresas pueden aunar la economía con la acción para mejorar muchas cosas en la sociedad. No sólo mejorar en su actividad, en su negocio, además pueden y deben tomar acción en cosas que van más allá de su negocio”, explica.
Check EAE: Esta afirmación cuenta con el visto bueno de EAE. Bethlam Boronat matiza que el enfoque de sostenibilidad no debería circunscribirse exclusivamente a la defensa del medioambiente como se entiende en demasiadas ocasiones, y recuerda a las empresas que una política sólida de sostenibilidad tiene que tener en cuenta el triple balance: el crecimiento económico, en especial el comunitario, la equidad social y el respeto y protección medioambiental.
“Las empresas pueden hacer mucho en esos tres aspectos, y aunque muchas están haciendo esfuerzos en lo medioambiental y en el crecimiento económico global, a veces no priorizan lo suficiente en los aspectos de crecimiento económico local y comunitario y en la equidad social. Las deslocalizaciones y las tercerizaciones en las que los derechos de los trabajadores no están convenientemente protegidos, son prácticas que podemos encontrar aún con cierta frecuencia”, asegura Boronat.
La directora de nuestro Máster de Design Thinking y Customer Experience celebra que se estén dando pasos en el aspecto medioambiental y confía en que el impacto positivo de estas iniciativas empresariales haga que, poco a poco, más corporaciones se enfoquen hacia los otros dos pilares fundamentales, en su opinión, “para conseguir realmente un cambio en el paradigma productivo y de consumo”.
Una vez que las empresas se deciden a tomar acción para lograr un cambio real y no sólo cosmético, el siguiente paso, según el CEO de LG Iberia, es invertir en perfiles especializados que realmente accionen lo que ellos consideran que puede suponer una mayor contribución a la sociedad. “Si van a tomar acción más allá del Green Washing, tendrán que poner un especialista y crear un equipo para acelerar el proceso porque realmente marca la diferencia. Tendrán que fichar gente y destinar recursos, esfuerzos y equipos”, asegura.
Check EAE: Boronat le da nuevamente el visto bueno a esta declaración, y subraya la necesidad de que los directivos, y especialmente los accionistas, estén en sintonía. El cambio puede empezar por abajo, pero los que están arriba deben ser permeables, explica Boronat, que recuerda el caso de Emmanuel Faber, que pagó el impacto económico de sus mejoras en sostenibilidad con la destitución como presidente de Danone: “Hay que tener claro que es una puesta a medio y largo plazo, cosa que muchos accionistas, como fue el caso de algunos de los de Danone, no estaban dispuestos a tolerar”.
Además de contribuir a la sociedad y de mejorar la imagen externa de la compañía, apuestas como Smart Green mejoran, según Jaime de Jaraíz, la satisfacción del empleado y, por tanto, también su productividad y su fidelidad, convirtiéndose en un elemento clave del Employer Branding de la compañía.
“Gracias a iniciativas como Smart Green España, LG Iberia tiene un índice de rotación voluntaria del 2 por ciento. La gente está enganchada a tope con la filosofía de la empresa, cree en ello, forma parte del espíritu de la compañía. Si tu empresa tiene un propósito y sus empleados lo comparten trabajan más y mejor, porque saben que hacen cosas importantes para mucha gente”, afirma Jaraíz.
Check EAE: Esta afirmación cuenta con el doble check EAE (visto y verificado). “Hoy por hoy no solo quieren tener un puesto y un sueldo, quieren admirar su empresa y sentir que el trabajo que hacen tiene un fin. Cada vez más, apuestan por trabajar en empresas que compartan sus valores. Antes los empleados sentían los colores, ahora quieren sentir los valores. Quieren irse a dormir cada noche pensando que el día que han pasado en la oficina ha significado algo más allá de un sueldo”, explica Bethlem Boronat.
En definitiva, el propósito adquiere una relevancia clave, es el responsable de guiar el día a día de los trabajadores, el trabajo va más allá y adquiere un nuevo significado. Un significado capaz de cambiar la manera en que miramos hacia el futuro del planeta y la sostenibilidad. Somos partícipes de ese cambio y está en nuestras manos formar parte del compromiso y avanzar, es vital y podemos hacerlo. Nos va la vida en ello. Como empresas, como empleados y como personas.