La guerra comercial de Trump
12 de Septiembre de 2018
12 de Septiembre de 2018
Por Juan Carlos Higueras Redecillas, profesor del MĆ”ster en DirecciĆ³n de Marketing y GestiĆ³n Comercial y Executive MBA de EAE Business School
La economĆa europea comienza a mostrar signos de ralentizaciĆ³n a la espera de los posibles efectos negativos de la polĆtica arancelaria de Donald Trump, y es que uno de los principales ejes del comercio internacional afirma que la situaciĆ³n mĆ”s beneficiosa para los paĆses, en su actividad comercial, se alcanza a travĆ©s del libre comercio, eliminando polĆticas proteccionistas, por la que cada paĆs se especializa en la producciĆ³n de aquello para lo que tiene ventajas comparativas. Lamentablemente, los modelos econĆ³micos no explican suficientemente las complejidades del mundo real.
Las polĆticas arancelarias son medidas claramente contractivas para la economĆa debido a sus efectos sobre el consumo, empleo, inversiĆ³n y exportaciones netas. Peor aĆŗn, si ademĆ”s, como consecuencia de las mismas, los paĆses toman represalias imponiendo nuevos aranceles, algo mutuamente destructivo para todos. No obstante, el paĆs que mejor juegue sus cartas, serĆ” el que obtenga mayores rĆ©ditos econĆ³micos de esta guerra.
Actualmente, los tres grandes protagonistas del comercio internacional son Estados Unidos, China y la UniĆ³n Europea. SegĆŗn datos de Eurostat, en tĆ©rminos de cuota de importaciones sobre el total mundial, lidera EEUU (17,6%) seguido de EU-28 (14,8%) y China (12,4%), mientras que en exportaciones estĆ” China (17%), UE-28 (15,6%) y EEUU (11,8%).
SegĆŗn la misma fuente, el comercio exterior de mercancĆas de la UE-28 en 2017 alcanzĆ³ los 3,74 billones de euros de los que EEUU importĆ³ de la UE-28, en 2017, mercancĆas por valor de 375.459 millones de euros (representa el 20% de las exportaciones de la UE-28) y exportĆ³ por valor de 255.483 millones de euros (13,8%), lo que implica un dĆ©ficit comercial de 120.000 millones Ā que Donald Trump pretende corregir para alterar la tendencia.
En esta lĆnea, EEUU estĆ” llevando a cabo, en los Ćŗltimos meses, una polĆtica comercial beligerante contra sus principales socios comerciales como CanadĆ”, MĆ©xico, China y la UE. Se trata de un paquete de medidas proteccionistas de las que la mĆ”s conocida es la imposiciĆ³n de aranceles de hasta el 25% sobre las importaciones de acero y aluminio.
EEUU es el segundo exportador mundial y el primer importador, los paĆses de los que mĆ”s importa son China, MĆ©xico, CanadĆ”, JapĆ³n y Alemania y aquellos a los que mĆ”s exporta son precisamente estos mismos. El problema se basa en que con todos ellos mantiene un importante dĆ©ficit comercial que estĆ” creciendo en los Ćŗltimos aƱos.
En el caso de la EU-28, las principales exportaciones las realiza a EEUU (20%), China (10,5%), Suiza (8%), Rusia (4,6%) y TurquĆa (4,5%). En cuanto a las importaciones, destacan China (20,2%), EEUU (13,8%), Rusia (7,8%), Suiza (5,9%) y Noruega (4,2%).
En este sentido, el efecto sobre la UE de dichos aranceles es relevante y estĆ” valorado en 6.400 millones de euros por lo que ya ha anunciado aranceles del 25% sobre 200 productos que importa de EEUU, lo que supone una penalizaciĆ³n de 2.600 millones de euros, insuficiente para compensar lo que estĆ” en juego. AdemĆ”s, la UE tiene un problema aƱadido y es que, aunque la exportaciĆ³n de acero a EEUU representa un 15% del total, la reducciĆ³n de las exportaciones como consecuencia del arancel generarĆ” un mayor clima competitivo en una Europa que tiene exceso de capacidad productiva, lo que conllevarĆ” a guerras de precios internas, algo poco deseable.
Por si fuera poco, ademĆ”s de los aranceles de EEUU a otros productos alimentarios de Europa, en los Ćŗltimos dĆas, y cuando parecĆa que se iba a llegar a un acuerdo, Trump ha anunciado aranceles del 25% a la importaciĆ³n de vehĆculos de la UE, otra partida relevante. En los vehĆculos, mientras que la UE aplica un arancel del 10% a los americanos, EEUU sĆ³lo aplica el 2,5% y como consecuencia compaƱĆas como General Motors decidieron abandonar el mercado europeo ante una escasa cuota de mercado y la ausencia de beneficios. Visto asĆ, parece que la relaciĆ³n comercial estĆ” desequilibrada a favor de la UE donde el paĆs que mayor riesgo corre es Alemania pues el 25% del valor de las importaciones de EEUU a Alemania son vehĆculos y repuestos que representan un valor de 28.000 millones de $, nada desdeƱable y que explica por quĆ© la UE se estĆ” poniendo nerviosa mientras que Trump juega bien sus cartas.
Sin embargo, los tiempos que manejan nuestros polĆticos en Europa a la hora de analizar, negociar y firmar acuerdos no tienen nada que ver con la mentalidad ejecutiva de los norteamericanos, que buscan decisiones rĆ”pidas y rentables, ya que tienen muy interiorizado el concepto de que el tiempo es dinero y, si hablamos de Trump, empresario millonario, dilatar el proceso de negociaciĆ³n seguramente le pondrĆ” irascible, acostumbrado a descolgar el telĆ©fono y que sus Ć³rdenes se cumplan de inmediato.
Una guerra comercial a varias bandas como la que estĆ” organizando Trump no interesa a nadie salvo al propio Trump que aplica el dicho de "a rio revuelto ganancia de pescadores", todos salimos perjudicados, sin embargo en esta batalla, los mercados parecen apostar por Trump como se demuestra en la revalorizaciĆ³n del dĆ³lar frente al euro en los Ćŗltimos meses como consecuencia de que unas expectativas de mejora en la balanza comercial, genera una apreciaciĆ³n de la moneda, lo que a medio plazo tambiĆ©n es negativo para EEUU.
En un mercado global, las restricciones y barreras comerciales terminan afectando a todas las industrias, ya sea directa o indirectamente, por lo que esperemos que a la vuelta de estas vacaciones nuestros polĆticos europeos sean capaces de llegar a acuerdos rentables con EEUU. Ahora bien, la amalgama de intereses diversos de los paĆses europeos, asĆ como las diferentes ideologĆas polĆticas, hace complejo llegar a una soluciĆ³n rĆ”pida y consensuada que sea satisfactoria para todas las partes, lo que terminarĆ”, con toda probabilidad inclinando la balanza a favor de Trump que es quien realmente estĆ” liderando todo este proceso con consecuencias econĆ³micas negativas para la Eurozona.
En vista de estos datos, no parece lĆ³gico que un paĆs, primer importador mundial, que es muy dependiente del acero y del aluminio, pretenda que el precio de un factor de producciĆ³n suba, sino estimular un cambio en las condiciones comerciales, alterar el status-quo, enfrentando a unos y otros, renegociando nuevos acuerdos para que EEUU salga reforzado en comercio exterior ("Make America great again").