El ser humano atraviesa etapas, evoluciona, transiciona. En muchos de esos ciclos, la incertidumbre llega y arrasa parte de la estabilidad que acaecía hasta el momento. Nos inunda el miedo y la inseguridad. Pero al final son eso, etapas, que tarde o temprano terminan, para dar paso a nuevos retos.

El futuro profesional es uno de los pilares de la vida que atraviesa ese tipo de etapas. Seguramente más de una vez te hayas sentido estancado, perdido y hasta huidizo con la situación. Pero si tu mente es creativa, ambiciosa, va más allá y quiere crear, ¿cómo puedes aprovechar todo ese potencial, talento y valía para hacer algo grande?

Sé consciente y constante

Tus primeros estudios no tienen por qué ser ni los únicos ni los últimos, como tampoco tiene que serlo tu primer empleo. Planifica y no te apresures por quererlo todo cuanto antes. El mundo de hoy en día no es el de hace 30 años, en el que el trabajo era “para toda la vida”.

Hoy se buscan perfiles multidisciplinares, disruptivos, que hayan vivido “lo suficiente”. Por ello, sé constante, trabaja día a día por aquello que anhelas y, si luchas para obtenerlo tarde o temprano lo acabarás alcanzando.

Fórmate y desarrolla nuevas habilidades

El estudio es una labor que no finaliza nunca, así que procura seguir aprendiendo. Y no solo a través de los libros y lo estrictamente académico. La educación formal puede completarse con cursos específicos, charlas o sesiones especiales. Decide qué experiencia quieres adquirir en los próximos años y desarróllala.

Asume el fracaso y aprende a lidiar con el riesgo

Este es quizá el aspecto más controvertido de esta guía. A menudo, como sociedad, esquivamos el fracaso, lo que nos lleva a no comprometernos ni asumir riesgos en la mayoría de las ocasiones. Es quizá el mayor error de grandes mentes que no decidieron continuar por vaguería. No caigas en el mismo error. Introduce el fracaso en la ecuación. Es posible, la opción de fracasar está ahí y no siempre te obligará a abandonar, sino más bien a sobreponerte y seguir aprendiendo.

Conócete para sacar lo mejor de ti

Ligado a lo anterior está el autoconocimiento. Estudia tu actitud en situaciones sobrevenidas pasadas e impleméntalo en este caso. El mundo profesional es complejo y repleto de aristas, cuanto mayor control tengas sobre ti mismo, mejor te desenvolverás ante la adversidad. Y, por supuesto, si hay algo en lo que eres realmente bueno, debes encontrar la forma de mostrarlo.

¿Hasta qué punto estás dispuesto a comprometerte?

Si hasta el momento tienes claro que quieres ir a por ello, esta es la última pregunta que debes hacerte. El proceso puede ser lento y duradero, por lo que encontrar un equilibrio entre lo que de verdad deseas y lo que no, entre el presente y el futuro, entre la vida personal y laboral, será quizá la clave de todo este entramado.