Trump y los aranceles de importación en EE.UU de hasta un 100 % del valor para determinados productos franceses. Por Maria Ángeles Ruiz Ezpeleta
09 de Enero de 2020
09 de Enero de 2020
El artículo de “ La Vanguardia “ del 3/12/2019, informa que Trump amenaza con establecer aranceles de hasta un 100 % a productos franceses incluyendo 63 categorías de varios tipos de quesos, bolsos, vino espumoso y varios tipos de maquillaje, como respuesta a la tasa que Francia ha impuesto a algunos servicios digitales de empresas de Estados Unidos.
Esta noticia llega casi al mismo tiempo del anuncio del acuerdo entre China y Estados Unidos para suspender los aranceles que estaban previstos entre ambos países.
Las amenazas de Trump, que en muchos casos no llegan a cumplirse y en otros no tienen la repercusión esperada, se han de tomar como lo que son, amenazas. En el caso de los aranceles se ha de esperar a que efectivamente salga publicada la fecha de implantación de los mismos con el detalle de las partidas arancelarias afectadas y el tipo de arancel concreto a aplicar a cada partida arancelaria determinada.
No hay duda además de que estos aumentos arancelarios tendrán su respuesta en la Unión Europea, que impondrá aranceles a los productos de Estados Unidos y al final la situación no será ni tan grave, ni perdurara en el tiempo, pues posiblemente se llegue a acuerdos, como el que se acaba de anunciar entre China y Estados Unidos.
Mi opinión es que, al igual que no hay que ser pesimista pensando de España va a perder el mercado de Estados Unidos si Trump impone aranceles a los productos españoles, tampoco se ha de ser optimista y pensar que si los aranceles se imponen a Francia, las exportaciones españolas de productos alternativos van a salir beneficiadas.
Se generó verdadero pánico ante el aumento de aranceles de productos exportados por España a Estados Unidos y aunque parte de la amenaza se convirtió en realidad, una vez publicadas las partidas arancelarias correspondientes y los tipos de arancel se observó, que no todas las partidas estaban afectadas, que el porcentaje no era igual para todas las partidas y que, al final, tal como se argumentó en ese momento, este aumento no iba a representar una pérdida del mercado sino una barrera más, como muchas otras que existen en el comercio internacional, que al cabo del tiempo se van solventando paulatinamente.
Tampoco ahora se ha de generar ningún tipo de euforia pensando que, si los productos franceses se encarecen por los aranceles, España puede conseguir beneficios ampliando su cuota de mercado.
Hemos de esperar a ver si los aranceles a los productos franceses se implantan y, en ese caso, analizar cuáles son las partidas afectadas y qué tipo de arancel se aplicara a cada una de ellas. Solo después de que la amenaza se convierta en un hecho real y sabiendo exactamente el alcance del mismo, se puede analizar la situación y llegar a una conclusión fiable.