La inversión inmobiliaria en Madrid y Barcelona
23 de Mayo de 2017
23 de Mayo de 2017
Por Rafael Hurtado, profesor del Máster en Dirección y Gestión financiera de EAE Business School
Un reciente informe de TH Real Estate ha identificado a Madrid y Barcelona como unas de las ciudades más interesantes del mundo. El informe analiza interesantes aspectos tales como el crecimiento de la población, el crecimiento económico, la desigualdad, la juventud de la población o la calidad de vida.
Más allá del citado informe, desde hace varios años existe un creciente interés internacional por la inversión inmobiliaria en las dos principales ciudades españolas. Barcelona, una ciudad altamente atractiva desde el punto de vista turístico (está entre las diez ciudades del mundo con mayor número de visitantes) ha sufrido fuertes revalorizaciones en cuanto al precio de los pisos en alquiler y venta. Madrid, menos turística, aunque con mayor presencia empresarial (los metros cuadrados de oficina en Madrid son mayores que en Barcelona) también está viviendo un alza en los precios. En el caso de Madrid muchos de los extranjeros que están adquiriendo viviendas en los barrios de mayor precio son latinoamericanos. Barcelona, en cambio, y hablando en líneas generales, es más atractiva para los europeos, dado su clima, posición geográfica, belleza monumental, etc.
No es extraño que estas dos ciudades sean objeto de inversión. En primer lugar, las ciudades, como creadoras de riqueza, están tomando un papel cada vez más importante. La ciudad aporta al individuo mayor productividad y, por tanto, mayor riqueza. Además, vivimos en un mundo del conocimiento y los servicios, pues bien, la ciudad es el epicentro de los citados conocimientos y servicios. La ciudad permite a los ciudadanos aumentar su capacidad técnica mediante una mejor y mayor formación.
Adicionalmente, estas dos ciudades españolas se ven beneficiadas por el buen contexto económico español. El PIB de España ha sido positivo desde 2014, y en 2015 y 2016 ha estado por encima del 3%. Además del buen clima económico actual, creo que hay que destacar un activo intangible de Madrid y Barcelona, que es el castellano. El idioma hablado por más de 470 millones de personas como lengua materna facilita las inversiones y los viajes de turismo de latinoamericanos, a la vez que España acoge los "cuarteles centrales" para Latinoamérica de muchas multinacionales.
Por último, algunos analistas estiman que el Brexit podría beneficiar a Madrid y Barcelona. Buen ejemplo de ello es la posibilidad de que Barcelona acoja la Agencia Europea del Medicamento. Madrid, en cambio, podría optar a ser sede de la EBA, es decir, la Autoridad Bancaria Europea, actualmente situada en Londres.