8M: Las profesoras de EAE Business School opinan sobre el Día de la Mujer
06 de Marzo de 2020
06 de Marzo de 2020
El 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, una fecha para reivindicar el derecho de las mujeres en todos los terrenos y estamentos de la sociedad.
Todavía queda mucho camino por recorrer y las profesoras de EAE, directivas, trabajadoras y pioneras en el desarrollo de su ámbito de actividad exponen su experiencia y quejas. ¡La lucha continua!
La carrera profesional de Maria Ángeles Ruiz Ezpeleta en el mundo del Comercio Internacional ha sido complicada. “Hace 40 años lograr la Dirección del Departamento Internacional era prácticamente imposible si eras una mujer. Si te postulabas a un puesto ejecutivo activo como Export o Area Manager te miraban con asombro. Solo conseguí ser Directora de Exportación dejando de trabajar en la empresa en la que era adjunta del Director de esa área”. Tras cinco años de lucha, logró la dirección del área internacional gracias a una empresa multinacional que “tomo el riesgo” de contratar una mujer como ejecutiva del área internacional.
Para Bethlem Boronat, las profesiones humanísticas y creativas han sido un mejor campo de desarrollo del talento femenino que las profesiones científicas o técnicas. “Estoy prácticamente segura que si habláramos de valores absolutos, desde hace unos 20 años, el número de especialistas femeninas en comunicación, en marketing, publicidad y sectores adyacentes es mayor que el de hombres, pero el proceso de acceder a los puestos directivos sigue siendo más complejo”.
Cree que sigue siendo un esfuerzo que la mujer alcance puestos de responsabilidad y sigue, al menos pareciendo, que los caminos de hombres y mujeres son distintos. “A las mujeres se les exigen más méritos comprobables y a los hombres les sigue funcionando mucho mejor el networking, que no implica que no merezcan el puesto, sino que el camino de acceso es distinto”.
La profesora Débora González Celdrán opina que las mujeres no hemos llegado masivamente a puestos directivos o a la investigación universitaria sencillamente porque hemos empezado tarde a plantearnos asumir puestos de responsabilidad. “Nos hemos de mentalizar nosotras mismas de nuestra valía y sensibilizar a la sociedad de que existimos y de que estamos accediendo a los puestos más altos de la sociedad gracias a nuestra autoconfianza, empeño y conocimientos”.
Cada vez hay más mujeres tanto en los Masters como en puestos directivos. Así lo cree Georgina Barquin, “sin embargo echo de menos a mujeres emprendedoras en mi sector que, de forma individual, trabajen su marca personal y salgan al mercado a ofrecer sus conocimientos bajo su propia marca”.
¿Cómo empoderarse en los distintos sectores?
Para las docentes de EAE Business School la clave está en empoderarse las mujeres mismas, aunque cuesta. “Lo primero es ser conscientes de nuestras capacidades y dejar de sacar la cabecita discretamente de vez en cuando, al contrario, poner nuestros argumentos sobre la mesa sin temor al qué dirán o a la percepción que podamos dar”, relata Bethlem Boronat.
Opina que seguimos sufriendo el síndrome del impostor y creemos que cuando estamos en un puesto destacado es «porque nos lo han permitido» y no porque lo merezcamos. Y hay que correr el (inexistente) riesgo de apostar por el talento femenino en igualdad de condiciones. “En el fondo de nuestra mente hay una costumbre no sustentada en argumentos que nos lleva a pensar que los hombres tienen algunas capacidades que las mujeres no tienen y, por eso, deben estar en puestos en los que las mujeres no están. No creo que haya habilidades masculinas y femeninas sino personas que tienen habilidades distintas”.
Para Georgina Barquin, el empoderamiento es una cuestión personal e interna y no una cuestión de terceras personas. “Las mujeres que tienen un nivel sólido de autoconocimiento, inteligencia emocional y autoestima hacen camino al andar sin preocuparse mucho de si son mujeres, son minoría, si hay más hombres o personas más jóvenes en su sector”.
En el sector del comercio internacional, un alto porcentaje de las mujeres que se dedican a esta área están formadas y preparadas adecuadamente y podrían perfectamente ocupar puestos ejecutivos. Maria Ángeles Ruiz Ezpeleta cree que, para empoderarse, han de creer en ellas mismas y comprender que, actualmente, debido a la digitalización y la globalización de los negocios internacionales es posible conciliar esta profesión con la vida familiar. No deben renunciar a la posibilidad de ocupar puestos ejecutivos por priorizar el cuidado de la familia.
Todavía mucho que hacer…
No nos engañemos, hemos evolucionado, pero queda mucho por hacer. “Hay un componente educativo que no podemos olvidar y me da la impresión de que las nuevas generaciones vienen con un importante cacao mental al respecto. Entienden que el papel de la mujer no puede seguir siendo secundario, pero a la vez, en muchos casos, consumen productos culturales que ubican a la mujer de nuevo en un papel de sumisión ante el hombre”, opina Bethlem Boronat.
La profesora apuesta porque desde la infancia se dote a las niñas, pero sobre todo a los niños, de un componente crítico respecto a las relaciones entre géneros para evitar que se perciban como diferentes y con habilidades necesariamente diferentes o con sectores de actuación distintos.
Maria Ángelez Ruiz Ezpeleta hace un llamamiento a que se propongan leyes para propiciar las herramientas que permitan conciliar la profesión y la familia. “El primer paso es que la sociedad acepte que la maternidad sí que es exclusiva de la mujer, pero el cuidado de los hijos y la familia ha de ser compartido entre ambos sexos. Una vez la sociedad acepte este punto, la empresa también lo aceptará y se luchará para la conciliación de la vida profesional y familiar”.
“Hemos de ser un referente, una inspiración y un ejemplo a seguir para la nueva generación femenina. No tenemos que ser un sujeto pasivo sino ir a por lo que realmente queremos. Entender, de una vez por todas, que se pueden compaginar muchos roles distintos y seguir siendo eficientes y felices. Yo lo he conseguido, tú también puedes. Ese es el mensaje”, remarca Débora González.