Becky Hammon, más que una anécdota
07 de Enero de 2021
07 de Enero de 2021
El tormentoso 2020 finalizó en la NBA con una noticia que trascendió y trasciende el baloncesto profesional de los Estados Unidos para convertirse en una referencia social.
Rebecca Lyn Hammon, “Becky” Hammon, se convirtió, a los 43 años, en la primera mujer en dirigir un equipo de la NBA en competición oficial. Este hito histórico que, seguramente, marcará una época e impulsará la presencia de la mujer en la mejor liga baloncestística del mundo, sucedió en el encuentro que enfrentaba a los San Antonio Spurs y los Ángeles Lakers. A pocos minutos del final del segundo cuarto del encuentro, el veterano y legendario entrenador del equipo de San Antonio, Gregg Popovich, fue expulsado por protestar a los árbitros del partido. Antes de iniciar el camino hacia los vestuarios, el técnico que dirige a los Spurs desde 1996 y ha logrado 5 títulos de la NBA con ellos, se giró hacia sus asistentes y señaló “Becky” para que se hiciese cargo de dirigir el encuentro que los de San Antonio acabarían perdiendo 107-121 ante los Lakers de LeBron James y Marc Gasol.
Hammon se incorporó de la disciplina del equipo de San Antonio en 2014 como técnico auxiliar tras una brillante carrera tanto en la WNBA (la liga profesional de baloncesto femenino estadounidense en la que jugó 15 temporadas repartidas entre New York Liberty y San Antonio Stars) como en Europa, donde jugó, entre otros, en los equipos españoles del Rivas Ecópolis (2006/2007) y el Ros Casares (2009/2010).
Desde el primer momento, la presencia de una mujer en el staff técnico del conjunto de San Antonio se tomó como algo muy serio, nada anecdótico, y como un avance en lo que respecta a la presencia de la mujer en una modalidad con una imagen social totalmente masculina, teniendo además en cuenta, que el baloncesto profesional femenino de los Estados Unidos ya tiene en la citada WNBA una competición muy potente en todos los aspectos, desde el deportivo al televisivo.
El siguiente paso era el de dirigir el equipo y, aunque ya lo había hecho en alguna liga de verano y en algún encuentro de pretemporada, hasta el último día del pasado año, no había tomado las riendas de los Spurs en un encuentro de competición oficial.
Al finalizar el partido contra los Lakers, el propio Gregg Popovich lo dejó bien claro: “No la contratamos para hacer historia, se lo ganó y es maravillosa en lo que hace. Entiendo que para muchas personas significara un montón. Pero ella es alguien con muchas habilidades y podría desarrollar con facilidad las tareas de un entrenador NBA. Ni siquiera tengo que decirlo eso. Hay mujeres en cada ámbito y labor del mundo, ya sea del gobierno, la ciencia, tecnología, aviación o lo que sea, no importa cuál. Pero hay mujeres que hacen algunos trabajos igual o mejor que muchos hombres. Eso es un hecho”.
Estas afirmaciones de Popovich trascienden el baloncesto y tienen una significación social importante en los Estados Unidos y también en el deporte mundial en la que Becky Hammon ha ejercido de inesperada protagonista al dirigir por primera vez un encuentro oficial de la NBA, una competición, en la que en la actualidad hay cinco mujeres dedicadas al arbitraje profesional.
De hecho, la presencia de la mujer en el baloncesto profesional masculino está creciendo en todos los continentes. En nuestro país, por ejemplo, la ex-jugadora Ana Montañana que en 2018 se estrenó como entrenadora asistente del Baloncesto Fuenlabrada, siendo, por entonces, la primera mujer en sentarse en un banquillo de la liga ACB para trabajar, en aquella ocasión junto al técnico Néstor García. En cuanto al arbitraje de nuestra competición doméstica, Yasmina Alcaraz y Esperanza Mendoza son, en la presente temporada las colegiadas que forman parte, asiduamente, de los tríos arbitrales que dirigen los encuentros de la que, posiblemente, sea la más potente liga continental del deporte de la canasta.
Alguien se lo tomará como algo anecdótico pero, afortunadamente, es ya una tendencia a la que la presencia de Becky Hammon en la NBA está impulsando de forma notoria.