¿Cómo el coronavirus afecta al deporte? 5 claves de una transformación radical
08 de Julio de 2020
08 de Julio de 2020
La crisis sanitaria del ha obligado a cambiar hábitos a nivel social y económico, y ha sido una disrupción en el ámbito deportivo. Por ello, estar bien preparado para afrontar una situación como la que hemos vivido es esencial para saber reaccionar a tiempo, y que el impacto en un sector de tanto peso en nuestro país sea el mínimo posible.
Lo primero que hay que señalar es que, entre mediados de marzo y mediados de mayo de 2020 se suspendieron todas las competiciones deportivas profesionales. Solo a partir de mediados de mayo se volvieron a celebrar algunas competiciones en Europa, pero sin público.
Ante la situación de pandemia global, las autoridades y los organismos reguladores deportivos han tomado una serie de medidas. España decidió aplicar el Estado de Alarma entre el 14 de marzo y el 21 de junio. Es muy importante conocer estos aspectos para poder anticiparse a la nueva problemática. No en vano, el modelo de negocio también va a cambiar a medio plazo.
Uno de los problemas añadidos de la pandemia radica en los cambios o saltos de un país a otro. Si bien el núcleo originario está en China durante el otoño de 2019, su extensión en Europa fue clara en marzo y, un mes más tarde, llegó a América. Los rebrotes y los confinamientos parciales que se están decretando no hacen, si no, añadir incertidumbre.
Los principales cambios están relacionados con la seguridad, tanto para los deportistas como para los asistentes a los eventos. Son los siguientes:
1. Obligatoriedad de someterse a pruebas
Los deportistas profesionales han tenido que volver a los entrenamientos de forma individual. El objetivo, en un primer momento, era evitar que otras personas se contagiasen.
En segundo lugar, es importante señalar que los deportistas tienen que someterse a test periódicos de coronavirus. El PCR es la modalidad más utilizada, puesto que el objetivo final es minimizar la posibilidad de contagios masivos. Esta obligatoriedad se extiende tanto a deportistas individuales como a equipos.
El protocolo en caso de positivo es claro, aislar a los deportistas para que estén en cuarentena. Es indudable que esta situación puede provocar alteraciones en las fechas de las competiciones.
Lo cierto es que la periodicidad cambiará en función de cada caso y de la situación epidemiológica de cada lugar.
2. Limitación de aforos
Uno de los principales problemas de las competiciones deportivas a medio plazo es la limitación de aforos. Ahora mismo, la práctica totalidad de competiciones profesionales se están realizando a puerta cerrada.
Esta circunstancia no es especialmente problemática en el deporte de élite, porque el grueso de los ingresos está en la televisión. Ahora bien, en el deporte profesional que no pertenece a la élite, la norma en España es que pueda asistir público, pero limitado. En la mayoría de las Comunidades Autónomas, los aforos se limitan a un 50 %, un 75 % o a un espacio fijo de metros.
Esta realidad está llamada a seguir hasta que haya una vacuna o tratamiento definitivo y universalmente válido. Por lo tanto, los clubes deportivos que puedan han de buscar alternativas de ingresos. No en vano, la propia supervivencia de muchas entidades se ve comprometida ante esta situación.
3. Suspensión y retraso de competiciones
La suspensión de competiciones, en algunos casos, fue definitiva. Esto es lo que ha sucedido con las ligas de fútbol de Francia, Países Bajos o Bélgica. La inmensa mayoría de ligas semiprofesionales o profesionales de otros deportes han seguido el mismo camino.
Hay una proyección de recuperar competiciones para la temporada 2020-2021, pero teniendo en cuenta que los calendarios pueden cambiar. El Tour de Francia se celebrará en septiembre y la Vuelta a España en octubre. Por otra parte, los calendarios del año 2021, por el momento, están a la espera de posibles cambios.
La incertidumbre es, sin duda alguna, uno de los principales problemas a los que se enfrenta el deporte profesional.
4. Rebaja de ingresos
Otro de los puntos en los que queda reflejado cómo el coronavirus afecta al deporte es la rebaja de ingresos. Y es que está siendo, de hecho, un lugar común por varios motivos. En primer lugar, porque gran parte de los clubes profesionales han tenido que aplicar ERTE para garantizar su viabilidad. El otro motivo es que, al no haber público o reducirse el mismo, los ingresos de taquilla se minimizan.
Esta situación limitará en el futuro los ingresos de los clubes, los deportistas individuales y los deportistas individuales. Lo que sucede es que esta situación es volátil y hay aspectos que tampoco se pueden prever. Sí parece definitivo que, como principio general, las fichas salariales se van a reducir. El mercado de traspasos también parece que se va a estancar de cara a la próxima temporada.
El deporte es una industria muy importante en los países desarrollados. Por ejemplo, en España representa, aproximadamente, un 2 % del PIB. No ha de extrañar, pues, que las consecuencias del Covid-19 sean muy relevantes.
5. Dificultad para mantener el tono físico
La crisis del Covid-19, por repentina, supuso un parón en las rutinas de entrenamiento que han tenido una incidencia desigual. En cualquier caso, y aunque se haga ejercicio en casa, esto ha supuesto un antes y un después.
Las consecuencias de volver a la alta competición después de un periodo prolongado de parón sobrevenido han sido varias. Han aumentado las lesiones musculares, y se ha reducido la concentración.
Es cierto que, a partir de primeros de mayo, los deportistas han podido volver a entrenar con normalidad. En cualquier caso, sí se ha notado una problemática derivada del confinamiento.