Solemos pensar en el futuro como un tiempo muy lejano en el que los coches vuelan, nuestras casas nos hablan y tenemos compañeros de trabajo robots tan eficientes como divertidos. Sin ser del todo conscientes de que ya estamos inmersos en ese cambio, que el presente también forma parte del mañana, y que no hay día que no avancemos hacia esa realidad que se escapa de nuestra imaginación.
La implantación tecnológica en las empresas ha sido tan silenciosa como eficaz, transformando numerosos puestos de trabajo a una velocidad de vértigo. Para evitar quedarnos atrás es imprescindible que aprendamos a adaptarnos a un entorno en constante mutación, de manera que nuestras habilidades puedan evolucionar al mismo ritmo que lo hace el mundo en el que vivimos.
¿Cómo? A través de la formación. El profesional debe actualizar sus conocimientos y capacidades de manera continua si quiere estar al día de los empleos que más se demandarán en el mañana.
De hecho, estudios como el informe del World Economic Forum (WEF) estima que en los próximos cinco años cambiarán el 40% de las competencias básicas a causa de la creciente, y permanente, digitalización. Con el objetivo de dar respuesta al 94% de los directivos encuestados, que reconocen esperar que sus empleados adquieran las competencias necesarias para ajustarse a las nuevas demandas del mercado.
Por lo presente y para hablar del futuro, nos hemos reunido con un gran experto en nuevas tecnologías, modelos de negocio e innovación, Marc Sansó, CEO y Fundador de la consultora estratégico-tecnológica, Elsebits, y director de nuestro Máster in International Business en español.
Comenzamos con la pregunta del millón. La digitalización ¿es una nueva compañera de trabajo o la que ha llegado para sustituirnos?
La digitalización nos hace la vida más sencilla, sin ninguna duda, y está aquí para quedarse. La combinación de inteligencia artificial y robótica cambiará el entorno laboral profundamente, con algunos trabajos perdidos, otros creados y otros muchos reinventados.
Está claro que se trata de un fenómeno imparable que la pandemia ha acelerado aún más y al que las empresas deberán adaptarse si quieren sobrevivir. Pero… ¿cuál es el primer paso en esta carrera digital?
Fijar objetivos, formarse, acompañarse de un buen equipo y tener el foco en la ejecución.
¿Las nuevas tecnologías fomentan la polarización del empleo? ¿Qué consecuencias tiene esta polarización laboral?
Sí. De hecho, ya estamos viendo como el gap entre trabajadores en función de la especialización tecnológica y el tipo de trabajo se está haciendo más grande. Esta tendencia será mucho más acusada en los próximos años. La consecuencia más evidente es la generación de desigualdades entre trabajadores, con una élite muy bien pagada y con la práctica desaparición del concepto de trabajo fijo en favor del auge del freelancer.
¿Cuáles serán las tecnologías claves este 2021?
Inteligencia Artificial, tecnologías energéticas, divisas virtuales y tecnologías blockchain.
¿Qué tecnología es la que más utilizas en tu trabajo? ¿Y en tu vida personal?
Cloud y streaming.
¿Una app sin la que no pudieras vivir?
Filestream, WhatsApp, Gmail, Netflix.
¿Es la tecnología una herramienta indispensable a la hora de crear un buen modelo de negocio?
Es un elemento esencial del modelo de negocio, con impacto en todas las dimensiones del mismo (monetización, variables competitivas, costes, escalabilidad, etc.).
¿Y debe ser la digitalización un objetivo clave para cualquier tipo de empresa?
La transformación digital, más que la digitalización. Lo primero implica un cambio de modelo de negocio, lo segundo una mejora incremental de procesos.
Eres todo un experto en innovación empresarial. Y también eres escritor. En tu libro, The Value Trail, presentas un nuevo modelo de análisis estratégico basado en la tridimensionalidad del valor, ¿cuáles son esas tres dimensiones?
El libro da las claves para la creación de modelos de negocio de éxito a partir de las tres dimensiones relacionadas con la gestión del valor en un contexto competitivo: creación (determinación de propuestas de valor atractivas para los agentes), concentración (acumulación en centros de gravedad de la cadena de valor, los llamados benefit pools) y depredación (procesos y enfoques erróneos que erosionan el margen).
Continuamente nos preguntamos cuáles serán los trabajos del mañana y para muchos la respuesta son los perfiles STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). ¿Está realmente el futuro tan escrito?
No creo en los enfoques deterministas, tampoco en el entorno empresarial. Creo que necesitamos perfiles especializados con una formación multidimensional que incluya una dimensión humanista. Hay muchas formas de formarse y crecer, y no todas pertenecen al ámbito educativo tradicional. Más allá de contenidos especializados (vitales), necesitamos profesionales resilientes, adaptables, buenos comunicadores y con capacidad de escuchar.
Si pudieras echar un vistazo a “un futuro muy lejano”, ¿crees que observarías algún trabajo que se hubiera conservado sin digitalizar?
De una forma o de otra, no. Todos los trabajos tendrán un componente digital. Algunos mucho más que otros, por supuesto.
Estaría bien que algún día se inventara una especie de “escáner del éxito” que revelara los factores que catapultan un negocio. ¿Cómo lo haces tú para detectarlos?
Con los años aprendes a identificar tres características esenciales de los emprendedores de éxito y buenos profesionales: persistencia en el esfuerzo, calidad en el trabajo y pasión por lo que hacen.
Ya lo dijo el célebre escritor, Albert Camus: “No puedes crear la experiencia, debes experimentarla”; del mismo modo que no somos capaces de crear una máquina del tiempo que nos muestre cómo va a ser ese futuro que tanto imaginamos. Solo podemos adaptarnos a él, aprender un poco cada día y vivirlo con total intensidad.
Después de todo, puede que no controlemos el lenguaje algorítmico ni que nuestra memoria se mida en bits, pero gracias a Marc Sansó sí que tenemos la fórmula mágica para hacer un buen trabajo:
Esfuerzo + Calidad + Pasión = Éxito.