Decálogo de la sostenibilidad efectiva según 17 grandes empresas
19 de Mayo de 2022
19 de Mayo de 2022
“Cuando hace más de diez años invertíamos en renovables nos miraban como a bichos raros”, asegura José Ángel Marra, director de RRHH y Seguridad Corporativa en Iberdrola. En una década, la sostenibilidad ha pasado de ser un horizonte de futuro a un “must” programático. Compañías, empleados, clientes y sociedad en general nos hemos familiarizado con conceptos y objetivos de desarrollo sostenible y lucha contra el cambio climático que están permeando en las acciones del día a día.
Es una revolución silenciosa, menos notoria que la transformación digital, pero igual o más profunda. Para Pilar Llácer, directora de Work of the Future Center de EAE Business School, muchas compañías perdieron el paso con la primera, pero a esta segunda transformación sostenible “no podemos permitirnos llegar tarde”. En palabras de Carlos Anta, director de Organización, Talento y Salud de Acciona, “hay una percepción de urgencia e importancia con el reto de la sostenibilidad que no había antes”.
Dice Luis Blas, Chief Human Resources Officer de Tabacalera Altadis: “esto no va solo de lo verde o lo medioambiental, sino de una forma de hacer las cosas que perduren en el tiempo”. La propia sociedad impulsa a las compañías al compromiso y estas corresponden con planes y acciones concretas que superan la lógica de competencia para colaborar en los retos del futuro del planeta.
Diversidad, inclusión, economía circular, transición energética, movilidad… Bajo el membrete de sostenibilidad se integran numerosos aspectos que mueven al mundo empresarial a redefinir sus valores y abren camino a profesionales de todo tipo. “La discusión sobre sostenibilidad es un marco de referencia que se extiende a todo; antes dependía mucho del liderazgo y ahora se concreta en una serie de iniciativas”, opina Antonio Lasaga, Head of HR Airbus Group Spain.
No hablamos ya de negocio, al menos no únicamente, sino de ética y futuro. La sostenibilidad implica una colaboración intergeneracional en la que, además, no tiene porqué resentirse la cuenta de resultados. Implica profundos cambios de hábitos y consumo de la población general y de las empresas, que tienen el reto de ser atractivas en este ámbito para clientes y stakeholders pero también para los propios trabajadores.
EAE Business School, con la colaboración de enClave de Personas e Inserta Empleo/Fundación ONCE, ha preguntado a 17 grandes empresas sobre sus objetivos, valores y, especialmente, acciones en materia de Recursos Humanos y Talento para integrar la sostenibilidad. El resultado es el “Libro Blanco de la Sostenibilidad en Recursos Humanos en España”, que recoge casos de éxito y buenas prácticas y ayuda a diferenciar retos y oportunidades para los profesionales del futuro. En función de la experiencia de estas 17 grandes compañías españolas, el Libro Blanco ha extraído este decálogo para implementar la sostenibilidad en las empresas, grandes, medianas y pequeñas:
Para los recursos humanos, la alineación con los objetivos de desarrollo sostenible plantea retos apasionantes a corto y medio plazo. También para el mundo académico, que debe caminar a la par con la empresa, y viceversa, en la formación de nuevos profesionales que integren conocimientos y valores sostenibles. Con ese objetivo de orientación, EAE lanzó hace dos años el Work of the Future Center y ofertas formativas como el MBA en Sustainability Management en Madrid, el Máster en Responsabilidad Social Corporativa y Sostenibilidad en Barcelona, y el Master en Liderazgo en Sostenibilidad y Responsabilidad Corporativa en Madrid .
Aspectos como la transformación energética, la movilidad o la responsabilidad corporativa ofrecen enormes oportunidades de trabajo. Es un campo con gran margen de desarrollo. Buena prueba de ello es que el 84% de las empresas participantes en el Libro Blanco declararon tener problemas para encontrar talento relacionado con posiciones de sostenibilidad. Al calor de estos conceptos han surgido posiciones en auge. Las empresas destacan estas:
Sin embargo, la integración de la sostenibilidad en el mundo de la empresa y el trabajo, como en las propias dinámicas sociales, ha de ser transversal e integradora. Es un marco y una conciencia general que atañe a todas las líneas operativas, no a mandos o posiciones concretas. De hecho, ya son pocas las grandes compañías que no cuenten con su propio Plan de Sostenibilidad y cada vez más han creado la figura del Embajador para la sostenibilidad. Los propios empleados demandarán, y demandan, empresas responsables. Garantizar esta confluencia de intereses en beneficio del planeta hará más atractiva a una compañía.
Del lado del empleado, los objetivos de desarrollo sostenible implican la adaptación de puestos de trabajo antiguos, dinámicas de “reskilling” y un compromiso directo con la filosofía. La capacidad crítica y de adaptación cotiza al alza. La sostenibilidad no es un añadido a la empresa, sino que se convertirá en el motor de acciones y visiones de la misma. Como explica Luis Blas, “la mayoría de las empresas estamos redefiniendo la pregunta de para qué estamos aquí y eso es tremendamente poderoso”. Si la sostenibilidad es realmente un objetivo prioritario, su poder de transformación ha de ser cultural y medular en el mundo de la empresa.
Puedes ver la presentación del Libro Blanco de la Sostenibilidad en RRHH en España aquí.