Emprender a ritmo de batucada
04 de Mayo de 2020
04 de Mayo de 2020
SolRe Percussió es más que una empresa de percusión. La compañía, dirigida por Uri Soler, antiguo alumno del Programa de Desarrollo Directivo de EAE Business School (2017-2018), además de aglutinar muchos servicios destinados a niños, trabajadores y músicos, realiza voluntariados con la misión de ofrecer ayuda a través de los ritmos, así como de difundir y promocionar la percusión en el sentido más urbano.
-- Este artículo ha sido redactado por Eric Morgado y ha sido publicado originalmente en la revista Talent Alumni Review --
A Uri Soler desde pequeño le atraía el mundo de la música y la percusión. Con los años, consiguió que su pasión se tradujera en ingresos. Tras cuatro años trabajando como autónomo, en 2015 creó SolRe Percussió. Dos años después pasaría por EAE Business School para cursar el Programa de Desarrollo Directivo.
¿Qué servicios ofrecéis?
Hasta el momento, hemos intentado ofrecer un servicio integral en el sector de la batucada, el grupo de ritmos brasileños con influencias africanas. Nos hemos centrado en las extraescolares de los niños, pero también ofrecemos talleres para empresas. Trabajamos con los grupos de batucada consolidados o con los que justamente están empezando. Prestamos material a bandas y también trabajamos en algunos ayuntamientos. Tampoco es la primera vez que ofrecemos nuestros servicios en bodas...
Una de las opciones que ofrecéis es la de incorporar el mundo de la batucada a grupos de trabajadores de empresas para mejorar el trabajo en equipo. Háblanos sobre la iniciativa.
Creo que la música puede ayudar a que la gente se entienda mejor y que se conozca más. SolRe BCN ha trabajado en distintas empresas con este objetivo. Una de ellas es una multinacional de seguros con sede en Cataluña. Algunos directivos de distintas ciudades de todo el mundo de la compañía se citaron en un hotel de Lloret de Mar. Los agrupamos y les hicimos la actividad. Aunque hablaban distintos idiomas y quizás no todos se entendían del todo, la experiencia fue muy buena. Es una interconexión que humaniza más su relación profesional.
Y respecto a los niños, ¿qué actividades tenéis pensadas para ellos en las extraescolares?
La docencia es el ámbito en que más enfocamos nuestra empresa. Hacemos clases a grupos ya formados. También a los que se acaban de formar y no tienen demasiada experiencia profesional. En las extraescolares con los niños de primaria, lo que buscamos básicamente es que se diviertan. En el caso de las extraescolares de la secundaria, con chicos y chicas ya adolescentes, es cuando intentamos formar un grupo de percusión de forma un poco más seria. Les enseñamos canciones, algunas técnicas para tocar los instrumentos, a hacer coreografías, a crear un nombre, una imagen, les damos herramientas para que se hagan ellos mismos el vestuario que lucirán en las actuaciones...
SolRe Percussió realiza distintos tipos de voluntariado. Uno de ellos es ofrecer actividades a personas con algún grado de discapacidad.
Contamos con el programa xSiSol. Cada sábado por la mañana, organizamos talleres de integración e iniciación a la percusión dedicados a niños con necesidades educativas especiales. Con estas actividades queremos propiciar un espacio exclusivo para ellos, reforzar su autoestima y dar un respiro a sus familias.
Pero vuestro compromiso va más allá.
Queremos cumplir con el requisito de que un 5%de los trabajadores de nuestra empresa posea alguna discapacidad reconocida. Ahora mismo somos 21 trabajadores. Uno de nosotros presenta una minusvalía física, pero eso no le impide hacer nada e intentamos normalizarlo al máximo.
También viajáis anualmente a la India. ¿Qué tipo de voluntariado hacéis allí y qué puede aportar la música, y más concretamente, la percusión?
La música es el lenguaje universal y un canal perfecto para trabajar la comunicación, la integración y la autoestima de todos los colectivos. Además, de entre las diferentes disciplinas musicales, la percusión aporta un rápido aprendizaje de los patrones básicos, lo que potencia que sus practicantes obtengan los primeros resultados a los pocos minutos de la práctica, favoreciendo así que den continuidad a la actividad.
Nuestro objetivo es mejorar las condiciones de vida de los niños y niñas de las comunidades más empobrecidas de Anantapur, al sur de la India, a través de la música y el aprendizaje de la percusión. Mediante el proyecto Lupresti, junto con la Fundación Vicente Ferrer, y con el lema “Una baqueta, un ladrillo”, aportamos a las familias los medios y los conocimientos necesarios para promover la comunicación, su integración y su autoestima, al tiempo que recaudamos fondos para la construcción de viviendas.
-- Este artículo ha sido redactado por Eric Morgado y ha sido publicado originalmente en la revista Talent Alumni Review