¿Está la deuda pública en España en un punto de no retorno?
11 de Febrero de 2020
11 de Febrero de 2020
Conoce las observaciones del profesor de EAE y Ph.D, Juan Carlos Higueras sobre la deuda pública de España
“Vivimos sobre una montaña de deuda que se apoya en unos cimientos muy débiles, sostenidos por los bancos centrales que ya apenas tienen munición y que en cualquier momento puede colapsar”.
Informe Deuda Pública 2019
En diciembre de 2019 EAE Business School publicó el Informe Deuda Pública 2019 en el que se expone de manera exhaustiva la situación actual y el desarrollo de la deuda pública en el marco mundial, europeo y, sobre todo, español. La investigación, realizada por el analista económico y Ph.D, Juan Carlos Higueras, hace un recorrido por los aspectos macroeconómicos de la economía española, los ingresos, el gasto y déficit público, así como también la situación de la deuda pública en las distintas comunidades autónomas.
Estuvimos conversando con el profesor Higueras en relación a los puntos claves del informe Deuda Pública 2019 y estas fueron sus observaciones:
En síntesis, ¿qué es la deuda pública y cómo se genera?
La deuda pública, que también se llama deuda soberana, es el conjunto de obligaciones y compromisos de pago que tiene un estado (incluyendo a todas las administraciones públicas) frente a terceros, que pueden ser nacionales o extranjeros, así como particulares, entidades financieras, empresas, instituciones o países, a los que ha pedido dinero prestado, usualmente mediante la emisión de títulos de deuda (préstamos, letras del tesoro, bonos y obligaciones) que es remunerado a un determinado tipo de interés y que tiene un determinado vencimiento.
La deuda pública se genera, de forma puntual, por falta de liquidez, cuando es deuda a corto plazo, pero principalmente ocurre por el desequilibrio de las cuentas públicas, debido a que el estado gasta más de lo que ingresa por impuestos, tasas, contribuciones y otros tipos de rentas. Para poder financiar dicho desajuste, que llamamos déficit público, el Estado tiene que endeudarse con terceros. Dicho endeudamiento genera dos tipos de obligaciones, el pago de los intereses en cada periodo y la devolución del principal de la deuda a su vencimiento.
¿Cuáles son las principales causas o variables que influyen en el aumento de la deuda pública en un país como España?
La deuda aumenta porque hay que hacer frente a un mayor nivel de gasto público que no se puede financiar con los ingresos. Esto ocurre por dos razones básicas, bien porque nuestros gobernantes, por razones ideológicas y/o electoralistas, deciden aumentar el gasto en nuevas partidas, como gasto social o nuevas inversiones. La otra razón es porque, como vimos en los años de la crisis, existe un gasto estructural, que es independiente del ciclo económico, al que hay que hacer frente pase lo que pase, por ejemplo, el gasto en pensiones.
Si hay una recesión, los ingresos se reducen significativamente, pero el gasto estructural se mantiene como mínimo, e incluso aumenta por la necesidad de pagar más dinero en prestaciones. Por tanto, se genera un déficit que debe ser financiado. De igual forma, esta necesidad de financiación aumenta por el pago de intereses que devenga la deuda, que aumenta dicho déficit y también tienen que ser financiados con nueva deuda. Así un año tras otro y si, además los tipos de interés son muy bajos e incluso negativos, como ocurre ahora, los políticos tienen incentivo a endeudarse más porque sale muy barato.
¿Hay posibilidad de que una sociedad se desarrolle sin deuda pública o es un mal necesario?
Endeudarse no es intrínsecamente malo, de hecho, el Estado funciona como las empresas, mediante la financiación de las inversiones y gastos se puede estimular el crecimiento. Un determinado nivel de apalancamiento financiero, puede ser deseable en una economía. Por tanto, una sociedad podría desarrollarse sin pedir prestado, pero vería mucho más limitado su crecimiento y tendría que esperar más tiempo para ofrecer determinados servicios a sus ciudadanos. De hecho, el sistema financiero sirve para ayudar a crecer cuando los recursos son insuficientes.
Es como cuando una familia quiere aumentar su patrimonio y comprar una casa, normalmente no tiene los recursos para hacerlo, pero si pide una hipoteca, tendrá la posibilidad de disfrutar de esa vivienda que beneficia a toda la familia. El problema es cuando quieres comprar una casa que está fuera de tus posibilidades, el riesgo de desahucio es muy elevado y, como estamos hablando de proyectos (y deuda asociada) a largo plazo, si algún miembro de la familia queda en paro, no podrán hacer frente a sus obligaciones.
De igual forma ocurre con los estados, financian servicios para mejorar el estado del bienestar y para estimular el crecimiento económico (generar más ingresos), pero si nos encontramos ante una recesión, entonces le ocurre lo mismo que a la familia aunque realmente el estado siempre tiene más oportunidades, porque refinancia sus deudas y tiene a los bancos centrales que no le dejan caer salvo situaciones graves que conllevan el rescate del país con las consecuencias que conocemos.
Para usted, ¿cuál sería la manera más efectiva de disminuirla en España?
El antídoto de la deuda es el crecimiento económico, sin embargo, cuando la deuda crece por encima del crecimiento de la economía, el problema no se resuelve. Aquí hay un aspecto que se usa de forma intencionada y es cuando se mide el nivel de deuda como un porcentaje del PIB, pues parece que si dicho ratio baja, se está disminuyendo la deuda y no es así porque, como ocurre ahora, el valor de dicha deuda (en euros) es cada vez mayor. Por tanto, que disminuya dicha deuda en relación al PIB está bien, pero no es suficiente, debe reducirse el stock de deuda y eso se consigue mediante la elaboración de unos presupuestos generales ajustados que conlleven un superávit y el uso de dicho excedente de ingresos para reducir la deuda. Sin embargo, estamos tan acostumbrados a tener déficit que se sigue gastando por encima de nuestras posibilidades y no aprovechamos los buenos ciclos económicos para contener el gasto y reducir la deuda. Básicamente como el cuento de la cigarra y la hormiga.
¿Cómo es de grave que la deuda pública supere el PIB y qué consecuencias se pueden esperar a causa de ello?
De acuerdo con el procedimiento de déficit excesivo (PDE) que marca Europa dentro del proceso de convergencia de la política monetaria y por el uso de la moneda única, los países no deben superar un déficit mayor del 3% del PIB ni una deuda pública superior al 60% del PIB, mucho menos ambas cosas a la vez, algo que ocurrió en España hace un tiempo y que puede que ocurra de nuevo.
Estos límites se han fijado para evitar que el endeudamiento de los países perjudique al euro y a la política monetaria, pues cuando un país emite deuda o la recompra, está alterando la cantidad de dinero que hay en circulación, sin embargo, no pueden actuar sobre la política monetaria, para eso está el BCE. Superar el 60% ya está en zona de riesgo, pero superar el 100%, no sólo es peligroso porque conlleva un elevado endeudamiento, sino porque hay que pagar los intereses de ese endeudamiento, que mientras sean bajos, no se nota tanto, pero cuando comiencen a subir, la factura por intereses será relevante.
Por poner un ejemplo, con una familia que tenga unos ingresos de 5.000 euros, si tiene que pagar 6.000 (deuda + intereses) no tendrá capacidad para hacerlo y además, si acude a los mercados a que le presten, como el riesgo que tiene de impago es alto, probablemente nadie querrá prestarles y quien lo haga será a tipos de interés muy elevados y entramos en un círculo vicioso del que no se puede salir.
Por otro lado, psicológicamente, el 100% es como un punto de no retorno que una vez atravesado será difícil volver atrás.
Sin embargo, todo depende de la fortaleza de la economía del país, hay países que superan ese límite, como Japón (235%), Estados Unidos (108%), Italia (138%), Grecia (180%), entre otros. Si hay un problema con estas economías, será difícil que les presten y cuando eso ocurre, la forma de obtener más ingresos es vía subida de impuestos, al final alguien tiene que pagar la deuda vía impuestos, solo hay que decidir si la paga las generaciones actuales o las futuras. En última instancia, con mucha deuda, el país corre el riesgo de entrar en “default”, es decir en impago por insolvencia y necesitaría ser rescatado con la visita de los conocidos hombres de negro.
¿Es Cataluña la comunidad que genera más deuda? ¿Por qué?
Efectivamente Cataluña es la región más endeudada, en el tercer trimestre de 2019 acumulaba 78.600 millones de euros de los que el 75% es deuda que tiene con el Estado y, además, los catalanes son los que mayor deuda per cápita acumulan, los más endeudados pues cada uno debe unos 10.400 euros. Imagínese si mañana Cataluña tuviese que devolver todo lo que debe, una familia media de 4 miembros debería pagar de su bolsillo 41.600 euros, este es el problema, que mientras no haya que pagar la deuda, los ciudadanos no son conscientes de la obligación que tienen.
En cuanto a las razones, hay muchas razones, pero en mi opinión se debe a que se ha gastado en los últimos años en temas que no eran realmente necesarios y que no han estado financiados vía ingresos públicos con un elevado déficit desde la crisis y que probablemente era parte de una estrategia para justificar la demanda histórica sobre la financiación autonómica, donde Cataluña dice que sale perjudicada y que ha servido de base para el desarrollo del independentismo. Creo que hay mucho gasto e inversiones innecesarias que de no haberse hecho no tendría el nivel de deuda actual que es poco sostenible.
¿Cómo ha hecho, por ejemplo, el País Vasco para que su deuda haya crecido a una menor tasa que su economía?
Tan simple como que se han tomado en serio las recomendaciones de todos los organismos internacionales y han acomodado sus gastos a la situación de la coyuntura, de modo que ahora que aún hay vientos de cola en la economía, se intenta reducir deuda o al menos no aumentarla. En el tercer trimestre de 2019 han reducido su volumen de deuda si bien sigue siendo superior al de 2018 tanto en valor como en porcentaje sobre su PIB.
En cualquier caso, tiene un buen comportamiento y llevan en situación de superávit desde el año 2017 de modo que aprovechan esta capacidad de financiación para tener una situación financiera más saneada y poder realizar inversiones financieramente sostenibles que contribuyan al crecimiento del PIB vasco.
¿Quieres conocer más sobre la deuda pública? Descarga el informe completo aquí.