Formación permanente, clave en la excelencia laboral
02 de Julio de 2018
02 de Julio de 2018
Por: Noelia García, periodista de El Economista
En el desafiante entorno empresarial actual, no es suficiente tener una serie de habilidades esenciales. El mundo cambiante y globalizado necesita empleados cuya baza principal sea su aptitud para el aprendizaje. Aprender en el trabajo siempre ha sido una parte implícita de cualquier negocio; hoy, la necesidad de un aprendizaje permanente se ha vuelto mucho más explícita. Las empresas que fomentan una cultura de formación continua y desarrollo tienen la ventaja competitiva.
Los trabajos están cambiando y desapareciendo debido a la digitalización. Los que puedan actualizarse y adaptarse a lo que se les requiere serán los que continúen en el juego. Las habilidades necesarias para mantener casi cualquier trabajo se están agitando a un ritmo más rápido. De media, el conocimiento humano se duplica cada 13 meses e IBM predice que en los próximos años, el volumen de información se duplicará cada 11 horas.
Siguiendo las directrices europeas marcadas por la Estrategia de Lisboa (2000), todas las personas deben tener la posibilidad de formarse a lo largo de la vida, con el fin de adquirir, actualizar, completar y ampliar sus capacidades, conocimientos, habilidades, aptitudes y competencias para su desarrollo personal y profesional.
Fomentar la formación continua y enseñar nuevas capacidades en tiempos de cambio es fundamental para los procesos de transformación digital de las empresas. Durante el último Foro Económico Mundial y, de acuerdo con una encuesta realizada por PwC, el 63% de los CEOs españoles considera que es difícil o muy difícil encontrar perfiles expertos en digitalización. Además, como indica también el informe Future of Job del mismo Foro Económicp, el 35% de las competencias clave para un puesto de trabajo cambiarán entre 2015 y 2020.
Los expertos indican que los actuales modelos educativos están aún lejos de reglar estas nuevas competencias en la formación, sobre todo universitaria. Cerrar el gap entre las necesidades de las empresas y las competencias de los nuevos graduados. Según el estudio "Empleabilidad de la población cualificada 2017" de EAE Business School, que analiza los principales insights de la empleabilidad de la población con estudios superiores en Europa, España y Comunidades Autónomas, la tasa de desempleo de las personas con educación superior es mucho menor que la de personas que no tienen. Donde ha sido mayor esta reducción es en Rumanía (48%) y Hungría (44%), y donde más ha aumentado es en Estonia (25%).
Infoempleo y Adecco que han estudiado más de 300.000 ofertas de empleo publicadas en nuestro país, desvelan que el 39,4% de las ofertas de empleo en la Comunidad de Madrid requiere el conocimiento de algún idioma extranjero, lo que supone un incremento interanual de cerca de un punto con respecto al año anterior. Además, la región madrileña es la tercera que más solicita idiomas en nuestro país, casi cinco puntos por encima de la media nacional, que es del 34,7%. El inglés continúa siendo la lengua más demandada por las empresas, tanto en la Comunidad de Madrid como en el resto de España. La exigencia de idiomas se incrementa proporcionalmente conforme aumenta la categoría profesional. Así, mientras las ofertas destinadas a empleados reflejan este requisito en el 23,3% de los casos, la proporción va aumentando en la demanda de técnicos (35%) y mandos intermedios (39,3%) hasta llegar al 54,4%, que es el porcentaje de ofertas destinadas a cubrir puestos directivos en las que se indica idioma. De ahí que sea tan importante el aprendizaje para conseguir la excelencia laboral. Hoy es el inglés, pero también surgen nuevos idiomas para conquistar nuevos mercados.
Las nuevas tecnologías digitales ayudan a que el aprendizaje sea más divertido y fácil. Seguir un seminario web o tomar una clase a través de Internet en casa. Ya no necesitamos memorizar conocimiento. Las tabletas y los smartphones están al alcance de todo el mundo. San Google es nuestra inteligencia. La realidad virtual nos permite practicar en nuestro propio entorno con facilidad. Hoy, los empleados pueden anticiparse a lo que sucederá. El futuro comienza hoy con nuestra formación.