Futbol Japonés; el gigante vuelve a despertar
11 de Abril de 2019
11 de Abril de 2019
La liga de futbol japonesa, conocida como J-League, está experimentando un segundo impulso de crecimiento que la sitúa en el escaparate mediático y publicitario del futbol mundial y lo hace en una segunda “oleada” y volviendo a mirar hacia España con las incorporaciones de Andrés Iniesta al Vissel Cobe y Fernando Torres al Sagan Tosu. A estas dos veteranas estrellas del futbol español, se unen nombre ilustres de otros países como Podolski y Olunga, y una trentena de jugadores brasileños que se añaden a numerosos técnicos europeos. En total hay representantes de 25 paises representados en mayor o menor medida.
Todo indica que Japón está en fase avanzada de una estrategia de crecimiento futbolístico de forma muy parecida a lo que sucedió en la segunda mitad de la década de los 90, cuando la estructura, calidad y potencial de la competición, estaba basada en la pertenencia de los distintos equipos a potentes multinacionales niponas.
La gestión de la competición está en manos de la JFA, la Japan Football Association que cuenta con tres categorías profesionales; la J1, la J2 y la J3, además de cuna competición de futbol femenino. Al margen de sus distintos órganos directivos y de gestión ejecutiva en los que no hay presencia de profesionales no japoneses, la JFA cuenta con cinco compañías que gestionan los distintos apartados de la competición y su gestión económico/comercial: J-League Enterprise, J-League Media Promotion, J. League Digital Entertainment, J-League Photos y J Safety.
La estrategia de crecimiento de la liga japonesa, también pasa por la consolidación global del futbol asiático y, por este motivo, la JFA invierte una parte importante de sus recursos en gestionar y llevar a cabo acuerdos con otras competiciones de países cercanos ya que sonconscientes de que la competencia con ligas europeas como la Española, Inglesa o Alemana o con las ligas brasileña o argentina es desigual y no pueden afrontarla como una única competición, sino propiciando el crecimiento del futbol en todo el continente. Por este motivo, intentan contar en sus clubes, con los jugadores más representativos de los países circundantes; en este caso, con la intención de acabar fortaleciendo las distintas selecciones nacionales y, en consecuencia, el futbol asiático y su posición en el panorama mundial. Incluso hay clubes que han establecido instalaciones de entrenamiento y promoción futbolística en países cercanos.
Por otra parte, la creación de la Asian Strategy Office, es otra de las herramientas de gestión de la J. League puesta a disposición de la propia liga, sus clubes y patrocinadores para elevar el volumen de negocio y las distintas sinergias y estrategias de marketing conjunto que se pueden derivar, tanto en el mercado asiático como en el resto del mundo.
A todo ello se añade su visión del mercado televisivo y la estrategia que se deriva de la misma por el hecho de competir en un escenario global en el que cuentan con rivales de gran prestigio que les resultan inalcanzables, por lo menos desde el punto de vista de lo que podríamos denominar como operadores televisivos tradicionales. Sirva como ejemplo el acuerdo firmado en Julio de 2016 con la compañía británica Perform Group que posibilita la emisión en streaming de partidos de las tres divisiones de la J.League y supone unos ingresos de algo más de dos billones de dólares en una década, por lo que genera beneficios tanto en el terreno económico, como en cuanto a la visibilidad a través de la conocida plataforma de deportes online DAZN que, pese a su juventud, está experimentando un crecimiento exponencial remarcable.
De todo ello resulta también el impulso que reciben las distintas selecciones nacionales, tanto masculina como femenina que, temporada, tras temporada se consolidan en el concierto mundial en todas las categorías; desde la absoluta a las de promoción.