La imagen del profesional post Covid
05 de Agosto de 2020
05 de Agosto de 2020
Por Georgina Barquin Rotchford, Profesora EAE Business School, de Gestión del cambio cultural en empresas complejas.
En realidad, la imagen del profesional post Covid no debería ser totalmente distinta a la de antes pero ahora, más que nunca se hace necesario hacer hincapié en alimentar y mantener una excelente imagen que, sobre todo, sea coherente con la realidad de cada uno de nosotros.
A través de cómo hacemos las cosas, las decisiones que tomamos, lo que decimos y como lo decimos vamos generando una huella en nuestro entorno y en los demás. Lo queramos o no, tenemos una “marca personal” y ya que la tenemos, es mejor gestionarla a nuestro favor. Sobre todo porque, tanto España como LATAM son culturas relacionales y muchas de las puertas a trabajos y proyectos se abren por recomendaciones y mediante nuestra red de contactos.
Es común que las personas quieran ampliar su abanico de posibilidades y en su perfil de LinkedIn o en su CV pongan una mezcla de cosas por aquello de “no cerrarse puertas”. Esto hace que el perfil sea difuso y genere desconfianza. Es “matar moscas a cañonazos”. Para obtener una imagen limpia, definida, que te diferencie entre un mar de candidatos, será necesario que dejes reflejado que es lo que aportas y cuál es tu punto fuerte. Reflexiona sobre que necesidades o dificultades tiene la empresa que te contrata, que obtiene cuando resuelve esa necesidad y como ayudas tú, desde tu especialidad, a resolver dicha necesidad.
Recuerda que en el mercado laboral actual hay muchísima competencia y que las personas que buscan al candidato ideal deben cribar un sinfín de perfiles. Cuanto más evidente sea tu aportación, más fácil será que te identifiquen como a la persona ideal. Pasarás de “tener un trabajo” a “ser empleable”.
Pero, generar una imagen sólida, no solo es trabajar bien el CV o el perfil de LinkedIn. Para crear una huella positiva indeleble en las personas que te rodean, es necesario que puedan identificarte y confiar en que tú eres la persona a la cual deben acudir ante X situaciones. Para lograr eso, es necesario cuidar aspectos como el tiempo que tardas en responder a emails (irrelevantemente de quien sea la persona que te escribe), la autenticidad que muestras en tus relaciones, disposición a ayudar a otros, temas de conversación y profundidad de las mismas, ilusión por los proyectos en los que trabajas, curiosidad por los demás y el apoyo real que ofreces. Una persona que logra alinear todos estos aspectos generalmente es porque que está en coherencia con sí mismo y, una persona coherente y congruente genera confianza y suele ser atractiva tanto a nivel personal y profesional.