La tecnología crea empleo 9 de cada 10 empresas aumentará sus equipos tras la digitalización
30 de Mayo de 2019
30 de Mayo de 2019
Por: Noelia García, periodista de El Economista
El lugar de trabajo está cambiando constantemente a medida que surgen nuevas tecnologías, nuevas generaciones de empleados y nuevas formas de trabajar. Pero estas tecnologías también plantean preguntas difíciles sobre el impacto más amplio de la automatización en los empleos, habilidades, salarios y la naturaleza del trabajo en sí.
A medida que más empresas adoptan la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, los salarios de los profesionales de la tecnología que se especializan en ellas se están disparando, pero en España aún estamos lejos de tener tasas equiparables a lo que está solicitando el mercado laboral.
Según el último estudio de ManpowerGroup "Revolución de las competencias 4.0: Los robots te necesitan", el 87% de las compañías a nivel mundial, y el 91% en España, pretende aumentar o incrementar sus equipos debido a la transformación digital y la automatización. En nuestro país, más de una de cada tres empresas que automatizará procesos en los próximos dos años tienen previsto crear más empleo. Es decir que la tecnología crea empleo y 9 de cada 10 empresas aumentará o mantendrá equipos tras la digitalización.
No obstante el gap que existe entre los empleados que se necesitan y los potenciales es aún muy grande. En un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se calcula que el coste para adaptarse a los cambios derivados de la digitalización de la economía varía desde un máximo del 2,26% del PIB en Chile -el país cuya mano de obra necesita una mayor recualificación- a un mínimo del 0,32% en Noruega. En nuestro caso, España tendría que invertir el 0,85% de su PIB para formar a los trabajadores en competencias digitales. Asimismo, se calcula que más de la mitad de las personas afectadas por la desaparición de sus ocupaciones necesitará una formación de más de seis meses para reconvertirse, un 47% en España.
Un 68% de las empresas encuestadas detectan una importante brecha de conocimientos en tecnología y digitalización en el caso de los graduados universitarios. Un 48% de las empresas detecta estas carencias en los graduados de formación profesional. Asimismo, las empresas consideran que la brecha de conocimientos en áreas como big data, marketing digital, inteligencia artificial o blockchain será aún mayor dentro de cinco años, lo que aumenta el reto de mejora del sistema educativo.
Según el estudio de ManpowerGroup, en el caso de España, la Industria y Producción es el área que experimentará un mayor incremento de equipos gracias al desarrollo tecnológico (+16%), también las funciones de Atención al cliente experimentarán un incremento importante (12%) así como las de IT (4%).
No obstante, aún se debe alcanzar el potencial completo de la digitalización en la economía global. De hecho, apenas estamos empezando a capturar las oportunidades de digitalización de las economías a nivel de sector y empresa. Pero los expertos aún destacan que nuestros escenarios sugieren que pueden pasar al menos dos décadas antes de que la automatización alcance el 50 por ciento de todas las actividades laborales actuales, donde los salarios son relativamente bajos. Así, según el Estudio sobre el Estado de la Digitalización de las Empresas y Administraciones Públicas destaca que las empresas con menos de 500 empleados, la mayor base de la población empresarial del país, siguen dando una baja prioridad a la incorporación de tecnologías que pueden ser críticas para su competitividad futura, como servicios en la nube, Big Data o IoT.
Las empresas de contrataciones apuestan por impulsar el cambio y la innovación asegurando que las compañías se conviertan en comunidades de aprendizaje, crear una cultura organizacional en la que las mujeres puedan prosperar es más importante que nunca y traza un camino a la diversidad, evaluar y conocer bien las capacidades del talento interno, implementar una formación más concreta, rápida y a medida para los equipos, apostar por las competencias sociales o soft skills y permitir que sean las personas las que mejoren la tecnología.
La rápida adopción de tecnología puede liberar un enorme valor económico, incluso cuando implica una gran necesidad de formación y redistribución de la mano de obra.