19 de Agosto de 2019
Las técnicas de liderazgo en la gestión de equipos deportivos tienen similitudes con otras empresas. Eso sí, hay una idiosincrasia propia que te conviene conocer para que no haya problemas.
Las principales técnicas de liderazgo adaptadas a la práctica del deporte
La mayoría de las veces puedes seguir unas pautas métodicas para que no tengas problemas. Lo cierto es que el liderazgo deportivo tiene varias vertientes. Si sigues estos puntos, será más fácil alcanzar el éxito.
1. Establecer claramente desde el principio los objetivos
Los deportistas, sean individuales o equipos, han de conocer desde el principio sus objetivos. Esta es la mejor manera de que no haya malos entendidos y de que todos remen en la misma dirección. Si no hay unos objetivos claros desde principio, es más fácil que haya dispersión.
2. Transmite el entusiasmo a tus jugadores
Los jugadores tienen que tener ganas de alcanzar el resultado. Si no hay emoción, empezaremos por detrás de nuestros rivales. En consecuencia, es fundamental este aspecto para que los participantes den lo máximo de sí en cada contexto. Recuerda que un jugador desmotivado no rinde igual.
3. Haz un seguimiento individualizado de cada caso
Es procedente que se haga un seguimiento individualizado de cada caso. Los jugadores tienen sus inquietudes u objetivos particulares y, si estos son coincidentes con el del equipo, hay que apoyarlos. Por otra parte, es posible que un jugador necesite un entrenamiento personalizado para mejorar.
4. Reconoce el trabajo bien hecho
El reconocimiento del trabajo bien hecho es fundamental para que los jugadores mantengan la motivación. Esto puede hacerse de forma colectiva, si se consiguen los objetivos, o individualizada. Lo más importante es que, pasado el tiempo, haya un vínculo de reconocimiento entre entrenador y jugador. Esto permitirá, a la larga, mejorar.
5. Deja bien definida la jerarquía
La jerarquía es un aspecto fundamental y no deberías olvidarlo. El líder duro sin motivo ha pasado a la historia, pero no por ello hay que renunciar a la disciplina. Las técnicas de liderazgo no tendrán continuidad si no queda bien claro quién tiene la última palabra.
Conclusión
La principal idea que hemos de extraer es que todo gestor de equipos tiene que contar con técnicas de liderazgo. Al fin y al cabo, el objetivo final ha de ser gestionar el equipo humano lo mejor posible. No te imaginas cuánto puedes llegar a hacer por ser más competitivo.
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