Mundial de rugby: los equipos más temibles
Hay algunas selecciones de rugby míticas que marcan la diferencia sobre las demás. A lo largo de los años, la imagen de marca que han transmitido redunda en esta sensación. El principal aspecto a distinguir es que todos los elementos han servido para distinguir la marca y construir una identidad asociada.
Tradicionalmente, los dominadores del mundial de rugby son antiguas colonias inglesas, con la excepción de Argentina. Estos son los principales apodos que se le da a cada equipo.
1. Nueva Zelanda: Los All Blacks
El equipo de Nueva Zelanda se denomina así porque toda la vestimenta es de color negro. Por otra parte, la coreografía que realizan antes de los partidos (haka) ha conformado una performance inconfundible para el público. Hay que tener en cuenta que en el país oceánico este es el deporte más popular.
2. Australia: Wallabies
El apodo del equipo de rugby australiano viene dado por un canguro, el animal nacional que está incluido en el escudo de la federación local de rugby. Aunque es un icono nacional, es evidente que no es necesariamente intimidatorio.
3. Argentina: Los Pumas
El puma es un felino común en América y la selección argentina de rugby recibe esa denominación extraoficial. Ahora bien, hay que indicar que no se adoptó hasta bien entrada la década de 1990. Aquí sí que se puede hablar de agresividad asociada al equipo. Hasta la fecha, es el único equipo no relacionado con la cultura británica que ha conseguido estar en el cuadro de honor de la Copa Mundial.
4. Sudáfrica: Los Springboks
El apodo está asociado a un antílope de gran arraigo popular. No es especialmente temible, pero sí es cierto que ha sido reconocido como elemento distintivo habitual. Si bien se intentó cambiar por un símbolo que se considerase más inclusivo, no tuvo éxito. Este punto indica que los apodos o símbolos han de ser elementos aceptados por los seguidores.
5. Inglaterra: Las 13 Rosas
En Inglaterra se ha optado por un símbolo dinástico para distinguir al equipo de los demás, la rosa de los Lancaster. Por este motivo, cuando se vea una rosa, se distinguirá perfectamente el combinado inglés. El arraigo que tiene el símbolo en el país de donde procede el rugby es la mejor garantía de pervivencia.
Conclusión
Los equipos han construido su imagen de marca a través del imaginario popular. En el rugby, el deporte de selecciones tiene mucho peso y en algunos países es el principal. Por lo tanto, no ha de extrañar que los apodos funcionen con facilidad para distinguir estas realidades. Al público neófito le llaman la atención este tipo de aspectos.