No esperemos más, es tiempo de mujeres
20 de Julio de 2021
20 de Julio de 2021
En apenas un siglo, las mujeres han pasado de reclamar “una habitación propia” a situarse de poder a poder con el hombre en el mundo laboral y de la empresa. Pero el famoso “techo de cristal” no es un unicornio: existe. Sólo el 3% de los puestos de dirección están ocupados por mujeres. Para la filósofa Victoria Camps, el siglo XXI es (será) el siglo de las mujeres; y la conectividad y los nuevos modos de trabajo deben contribuir a ello. “La división del trabajo sigue siendo muy tradicional en la vida privada”, recordaba Noemí Boza, creadora del evento anual Tiempo de Mujeres, cuya nueva edición tuvo lugar el 30 de junio para sumar experiencias con mirada femenina. Iniciativa, networking, diversidad y nuevos escenarios fueron algunos de los asuntos tratados.
A Pilar Llácer, directora de Work of The Future Centre y doctora en Ética, la han despedido tres veces en el curso de su vida y otras siete salió por su propio pie de distintas empresas. Fruto de esas circunstancias, escribió “Te van a despedir y lo sabes”. Su gran activo es la experiencia y la observación atenta de la realidad que nos rodea. “Una gran certeza de cara al futuro es que todo lo que vaya a ser automatizado, lo será”, asegura, por lo que ser bueno en el ámbito clásico de “resolver tareas” no es la panacea en el mundo laboral. Estar en contacto con otros y la capacidad de crear agenda son clave para posicionarse en la nueva empleabilidad sostenible: “Es lo que te permite ser atractivo para el mercado de trabajo porque no sabemos hacia dónde va exactamente el futuro”.
Ha llegado el momento de la acción y tirar de ambición bien entendida, esto es, ética y sostenibilidad. “Hoy en día hay que moverse con mucha gente, hay que tener la capacidad de relacionarse”, apunta Llácer, que lanza además una pregunta provocadora: ¿Para qué sirve nuestro trabajo? El propósito es la punta de lanza, por más que no seamos capaces de verlo. Feminismo, diversidad, transición energética y, en general, Agenda 2030 son algunos de los propósitos del futuro en el mercado laboral. Es necesario pararse, mirar a ambos lados y buscarle un sentido a nuestro trabajo en lugar de seguir la cadena con la cabeza baja; detenerse a analizar para anticiparse a los vientos de la empleabilidad sostenible. Creatividad, innovación, actitud digital y capacidad de anticiparse cotizan al alza. “Las mujeres tenemos que pensar hacia dónde va la pelota: de esa respuesta depende nuestro futuro”.
Tan importante como desentrañar el entorno es conocernos a nosotras mismas: nuestra misión, valor y valores, capacidades y habilidades. Es el primer paso para la construcción de la Marca Personal, el “Yo S.A.” al que se refiere el estadounidense Tom Peters. Eva Collado Durán, consultora estratégica, cita a este respecto a Jeff Bezos: “Marca personal es lo que la gente dice de ti cuando abandonas la sala”. Y añade de cosecha propia: “En el mundo digital somos lo que Google dice de nosotros”. Junto a la también consultora Paula Fernández Ochoa, dejaron numerosos tips de peso sobre la capacidad de impactar en los demás. Una suerte de Tablas de la Ley de la Marca Personal.
“Vivimos un momento global muy competitivo, hay mucha gente buena, es necesario diferenciarse y ser único, dejar huella en corazón y mente. La capacidad de conectar, emocionar y liderar, de mover el mundo, va más allá de las competencias técnicas que tengamos”, concluyó Paula Fernández Ochoa.
Probablemente ya sepas que vivimos en un mundo VUCA, marcado por la Volatilidad, Incertidumbre (“Uncertainty”), Complejidad y Ambigüedad. Para Antonella Fayer, psicóloga y conferenciante, Kant nos dio una de las recetas mágicas para surfear este mundo de conflictos en el que nos movemos: “La inteligencia de un individuo se mide por la capacidad de incertidumbre que es capaz de soportar”.
Escuchar y observar nos ayuda a la hora de entender los mecanismos de la gestión de conflicto, aprender a ver más allá de nuestra verdad, de la interpretación propia de los hechos. “Hay que borrar del diccionario las generalizaciones, el siempre y el nunca”, señala Fayer. Según un estudio de la Escuela de Palo Alto, sólo el 25% de lo que decimos es un hecho incontrovertible; el resto, es interpretable. Tenerlo presente nos convertirá en personas más flexibles y abiertas a la hora de lidiar con los conflictos; pero claro, para ampliar ese horizonte es necesario trabajar la humildad.
El emprendimiento exitoso, en última instancia, se basa en ir sorteando conflictos. Unas 650.000 mujeres (una cifra superior a los hombres) emprenden en España cada año. Todas ellas saben hasta qué punto es un camino pedregoso hacia el desarrollo personal y profesional. Una de ellas, formada en EAE Business School, es Phillipa Morris, Co fundadora de Scoop Nutrition, que conversó con las también empresarias Puri Martínez, fundadora de Sensalia Labs, y Montserrat Arias, CEO de Bemypartner, para quien, en este contexto volátil, “las mujeres tenemos una ventaja de futuro y es que tenemos muy en cuenta las opiniones de los demás”. La mujer, opina Morris, es más social y menos individualista que el hombre, “tenemos un mayor instinto de ayuda a la sociedad, algo que es muy importante después de una crisis como la que hemos vivido con el Covid”. Una dicotomía que ya viene marcada desde los arquetipos clásicos: Marte, dios de la guerra, frente a Venus, tamizada de componentes sociales y maternales.
Philippa Morris ofreció su experiencia profesional al frente de Scoop Nutrition, una empresa del sector salud/bienestar “en fase semilla”, pues se lanzó en 2019, “por lo que aún tengo que desarrollar mi marca personal para atraer inversión a mi empresa. Es algo, el autoconocimiento, que empecé a trabajar cuando estudiaba en EAE. No puedes crear una marca que no seas tú; hay que identificar tus capacidades y aprender a comunicarlo, porque con la empresa he entendido que los contactos son tu mejor activo, es esencial para crecer”. La constancia y el mimo habitual de los contactos, ya sea en eventos como en redes sociales, es una de las aptitudes que ha ido desarrollando y cuyos frutos son palpables con el tiempo.
Pero, a la innegable pujanza de las mujeres, se les opone un contexto aún hostil, en el que atravesar ciertas barreras sigue siendo un reto: “Todavía se presupone a los hombres mayor capacidad, y como además su red de contactos es mayoritariamente de hombres, los eligen a ellos para puestos directivos”, señala Montserrat Arias. En empresas más jóvenes, asegura Morris, esta tendencia está cambiando. La discriminación positiva empieza por nuestras mentalidades, en la capacidad de visibilizar mujeres en puestos de liderazgo y con posibilidad de promoción a la par que ellos. “Antes las mujeres no luchaban tanto por lo que querían, no se lo creían; eso ha cambiado con mi generación”, concluye.
Sacar a la luz la ambición ética y sostenible, aceptar un entorno VUCA en continuo cambio y ser capaces de anticiparse a estos, conocernos para construir nuestra marca personal y entender los contactos como un activo más, son algunos de los aprendizajes que nos han dejado las ponentes de Tiempo de Mujeres.