26 de Noviembre de 2019
El organigrama de un club deportivo es fundamental para conocer cómo funciona su gestión. Este artículo da claves acerca de la jerarquización y las distintas funciones.
Los cargos en el organigrama de un club deportivo
Los clubes deportivos están obligados por ley a contar con unos órganos de gestión que rindan cuentas. Es importante que diferencies este tipo de organización con las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), con un funcionamiento sensiblemente diferente. Estos son los órganos de dirección más importantes:
1. Asamblea General de socios o accionistas
La Asamblea General de Socios o accionistas es el órgano supremo de gestión de la organización. Está conformada, bien por todos los socios, bien por los accionistas del club. El objetivo final es tomar las decisiones que determinen el funcionamiento de la organización a medio plazo.
Las principales funciones de la Asamblea General son elegir la junta directiva, aprobar o censurar su gestión y aprobar las cuentas anuales. Este organismo se tiene que reunir, como mínimo, una vez al año.
2. Junta Directiva
La Junta Directiva es el órgano colegiado que toma las decisiones de gestión ordinaria del club. El objetivo es que haya un órgano de poder en el día a día. Está conformada por el presidente, el tesorero, el secretario, los vocales y otros cargos.
El presidente es la máxima autoridad de la junta directiva. Ostenta la representación ordinaria de la institución y dirige las líneas generales de la gestión. Las atribuciones varían en función de los Estatutos del club y de si existen o no vicepresidentes.
El tesorero es el encargado de gestionar las operaciones económicas y bancarias del club. Es un cargo con una alta responsabilidad legal, por eso se suele delegar en personas de la máxima confianza.
El secretario es el directivo que dará fe de los acuerdos tomados por la Junta Directiva y redactará las actas. Este miembro también tiene la responsabilidad de expedir certificados ante las autoridades bancarias si es necesario.
Los vocales son los miembros de la directiva que no tienen ninguna área de responsabilidad asignada. Eso sí, tienen derecho a voz y voto y son corresponsables con el resto de los miembros.
Los responsables de área serán designados en función de la capacidad de discrecionalidad o de lo que establezcan los Estatutos del club.
Cuál es el mejor organigrama para un club deportivo
El organigrama de un club deportivo se tiene que adaptar según las necesidades de cada caso. Otro aspecto especialmente importante es que compruebes cuál es el capital humano disponible. Muchas veces, el nombramiento de directivos no es una cuestión de idoneidad sino de hacer de la necesidad virtud. Sí hay, no obstante, algunas estructuras que puedes elegir para potenciar la organización que más te interese:
1. Modelo presidencialista
El modelo presidencialista es, en realidad, una versión de los liderazgos empresariales fuertes. Solo puede funcionar bien en estructuras muy centralizadas dirigidas por un líder carismático. El problema está en que, cuando este líder falta, la organización del club deportivo está coja. La idea es que el presidente sea el que tenga la última palabra en todas las decisiones de una cierta importancia.
Un modelo clásico de gestión presidencialista sería el que realizó Santiago Bernabéu durante su prolongado mandato en el Real Madrid Club de Fútbol. Su carisma le permitía intervenir en todas las áreas de la gestión sin apenas discusión.
2. Delegación de funciones deportivas
Este modelo presupone una cierta especialización y es, en realidad, una forma de disociar la gestión deportiva de la económica. El presidente sigue siendo la máxima autoridad, pero las cuestiones de planificación y gestión deportiva quedan asignadas a un directivo. Este es el modelo que utilizan varios clubes de fútbol de Primera División.
La delegación de funciones deportivas se ha realizado en varios clubes profesionales, sobre todo para que las ejerzan exjugadores. Este fue el caso de Txiki Beguiristain durante la presidencia de Joan Laporta en el Fútbol Club Barcelona.
3. Distribución por áreas funcionales
La distribución por áreas funcionales sería, en realidad, un modelo de delegación total. El presidente tendría una función representativa, pero delegaría la gestión ordinaria en distintos directivos. Lo normal es que haya un directivo de asuntos económicos, otro responsable de cuestiones deportivas y otros directivos encargados de áreas como relaciones institucionales o marketing. Solo los grandes clubes deportivos están en disposición de implementar esta organización con éxito.
La ventaja de la profesionalización de la gestión de clubes
El organigrama de un club deportivo es fundamental para mejorar la gestión de un club deportivo. Si dispones de personal para tomar decisiones, te resultará mucho más efectiva la toma de decisiones.
Una toma de decisiones eficaz permite tener un plus y eso, a la larga, redundará en tus resultados. La gestión profesional aporta más beneficios en forma de mejores resultados y más ingresos. Los clubes deportivos profesionales son, al fin y al cabo, un negocio. La gestión no debería diferir de la que se ejecuta en una empresa, sean quienes sean los dueños.
Es bueno, sin embargo, que sepas a quién puedes elegir. Hay organizaciones que tienen una gestión más compleja, mientras que otras requieren de decisiones ágiles. Es recomendable que planifiques el organigrama que más conviene a tu club sopesando los pros y los contras.
Conclusión
La profesionalización en la gestión de clubes deportivos es una cuestión irrenunciable. No ha de resultar extraño, pues, que al organigrama se le dé una importancia capital. Esta es una forma, a la larga, de ganar en competitividad.
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