Por cada euro invertido en salud de la mujer, se recuperan tres, según un estudio de EAE Business School
15 de Julio de 2025
15 de Julio de 2025
Está previsto que el mercado de la salud de la mujer esté valorado en más de 59.000 millones de euros en 2030
En 2032, las empresas dedicadas a la tecnología de la salud de la mujer tendrán una valoración de más de 158.000 millones de euros
Cerrar la brecha de salud entre hombres y mujeres podría añadir hasta 1.000 millones de euros anuales a la economía global en 2040
El mercado global de salud femenina supuso un valor de más de 36.900 millones de euros en 2023, un crecimiento del 300% en apenas 5 años
El informe “La salud de la mujer despega. De tabú a negocio millonario”, elaborado por EAE Business School, perteneciente a la red de educación superior Planeta Formación y Universidades, estima que por cada euro invertido en salud para mujeres conlleva un retorno de tres euros. Por ello, abordar, por ejemplo, de forma eficaz la endometriosis y la menopausia podría aportar 115.550 millones de euros al PIB mundial antes del año 2040.
En este sentido, el mercado global de salud femenina supuso un valor de más de 36.900 millones de euros en 2023, un crecimiento del 300% en apenas 5 años. La previsión es que alcance los cerca de 59.000 millones de euros en 2033.
Sectores como la higiene femenina, la nutrición especializada en la mujer, la salud sexual y la tecnología médica suponen una gran oportunidad económica. Las previsiones de este mercado superan los 89.370 millones de euros para 2030. En concreto, las empresas dedicadas a la tecnología de la salud femenina (Femtech), en 2023, su valoración era de 45.578 millones de euros y se espera que en 2032 ascienda a 158.174 millones de euros, un aumento exponencial del 247%.
“Esta rentabilidad no solo se consigue invirtiendo, sino también promoviendo medidas que ayuden y mejoren la calidad de vida de las mujeres”, señala la autora del estudio y profesora del MBA en Healthcare & Pharma de EAE Business School, Iolanda Marchueta. Y añade: “el estudio de EAE Business School destaca que mejorar su asistencia en el trabajo podría suponer un impacto positivo de hasta 893.000 millones de euros al año en reducción de costes sanitarios y aumento de la productividad. Por otro lado, reducir la carga de morbilidad en menopausia o el síndrome menstrual tendría un impacto de 107.328 y 102.856 millones de euros en el PIB, respectivamente. Así pues, cerrar esta brecha en el ámbito de la salud de la mujer podría generar 357.760 millones de euros anuales de PIB mundial de aquí a 2040, lo que pone de relieve un enorme potencial en inversión en equidad de la salud”.
Por otro lado, el informe de EAE Business School también recoge que entre un 10% y un 20% de las españolas sufre pobreza menstrual. En este sentido, la mujer tiene unos gastos de entre 3.000 y 6.000 euros a lo largo de toda la vida fértil solo en productos destinados a la menstruación. Igualmente, a nivel global, 500 millones de mujeres carecen de productos de higiene adecuados y de espacios seguros para gestionar su salud menstrual, lo que hace incrementar el absentismo escolar y laboral, perpetuando así la desigualdad. El estudio de la escuela de negocios también apunta a que la falta de acceso a estos productos femeninos no solo afecta a países en desarrollo, sino también a otros occidentales, como España.
“La salud femenina sigue siendo un tabú que penaliza el futuro de muchas mujeres. No hablamos solo de higiene, sino de acceso a derechos fundamentales como la educación y la igualdad de oportunidades. Visibilizar esta realidad es el primer paso para erradicarla”, afirma Iolanda Marchueta, profesora de EAE Business School y autora del estudio.
La investigación de EAE Business School también destaca que la salud femenina ha estado históricamente sujeta a tabúes, estigmas y desinformación. Así, el primer tratado anatómico sobre el clítoris se publicó en 1998, lo que impide un diagnóstico correcto de enfermedades que afectan a la vulva y a la salud sexual de millones de mujeres.
Por otro lado, a pesar de que el 70% del personal sociosanitario es femenino, solo el 1% de la investigación sanitaria global se dedica a patologías específicas de la mujer. Esta importante deficiencia se traduce en una falta de conocimiento, diagnóstico y tratamiento adecuado de condiciones como la endometriosis, la menopausia o la depresión postparto.
Por último, respecto al emprendimiento, solo el 21% de las ‘femtech’ (empresas tecnologías dedicadas al desarrollo de productos, servicios, software y dispositivos enfocados específicamente en la salud y el bienestar de las mujeres) tiene una (co)fundadora y, desde 2014, solo el 10% del capital riesgo destinado a proyectos femtech ha ido a parar a empresas fundadas por mujeres.