Rebrotes de desempleo
29 de Junio de 2020
29 de Junio de 2020
Pilar Llácer Profesora e Investigadora en EAE Business School sobre “El Futuro del Trabajo”. Autora del Libro “Te van a despedir y lo sabes” (Editorial Almuzara)
El rebrote sanitario, que de momento está ocupando los titulares, esconde una verdadera pandemia de desempleo en España. Se estima que el porcentaje de desempleados en España puede llegar a ser de entre un 15% y un 20% al concluir el año según enfoques más o menos optimistas; y alrededor de un 3% de ellos no tenían un empleo anterior.
Comparando el paro registrado en mayo de 2019 (3.079.491) con el del mismo mes de 2020 (3.857.776) se ve que han aparecido 778.285 nuevos rebrotes de desempleo que han respetado todas las políticas de diversidad integrando a todos los géneros, edades y sectores, y sin discriminación geográfica. La contención con los ERTES es un balón de oxígeno necesario, pero no suficiente porque no ataca el origen de la enfermedad y, además, lo más grave es que no hace “espabilar” a aquellos a quienes afecta. ¿Cuánto puede aguantar el “respirador” del Estado pagando los expedientes de regulación temporal? Empresas y trabajadores tendrían que asumir la realidad más pesimista y empezar a prepararse para un despido definitivo, para un adiós y no un hasta luego. Se ha roto el ciclo de estudiar y trabajar en una misma empresa para toda la vida. El nuevo paradigma del mercado de trabajo tiene que incorporar los conceptos de “complejidad”, “incertidumbre” y “precariedad”.
El desempleo solo se puede combatir a través de la preparación de los trabajadores, una formación que les permita desarrollar la empleabilidad sostenible. Para ello son imprescindibles las siguientes cualidades:
Desde las instituciones, las empresas y en especial desde los departamentos de recursos humanos se deberían impulsar estas cualidades para que el trabajador pueda desarrollar su trabajo por proyectos de forma transversal y no por departamentos.
Por su parte, si lo que ofrece un profesional no aporta ningún valor al mercado de trabajo no va a tener demanda y dará igual su edad o su género. El secreto para una “empleabilidad inmortal” es la regeneración constante de conocimientos y competencias que permitan adaptarse rápidamente a las oportunidades de empleo. Eso, o tener la capacidad para emprender.