Yuki Tsunoda, los japoneses lo vuelven a intentar
23 de Febrero de 2021
23 de Febrero de 2021
Japón es un país “adicto” a los deportes del motor. El motociclismo y el automovilismo gozan de gran popularidad en el “país del sol naciente” y el fenómeno “fan” de la cultura deportiva nipona se hace especialmente evidente en la Fórmula-1. Si duda el gran peso específico de la industria del automóvil del país, propicia una parte importante de este seguimiento masivo.
Los japoneses abarrotan las gradas del circuito de Suzuka cada año desde que el Gran Premio de Japón regresó al Calendario del Campeonato del Mundo en 1987 tras haberse disputado los años 1976 y 1977. Desde entonces se ha disputado de forma ininterrumpida teniendo el trazado de Suzuka como escenario salvo en los años 2007 y 2008 en los que el trazado de Fuji acogió la prueba.
Cuando los monoplazas “rugen” en Japón, las gradas de su circuito más emblemático se tiñen del rojo de Ferrari, el gris metalizado de Mercedes o los colores de Red Bull. Los aficionados animan i siguen con fervor siempre a héroes extranjeros mientras el gran gigante del motor Honda, busca denodadamente un ídolo local que le permita mostrar al mundo su orgullo de país más allá de la tecnología de la alta competición del mundo de las cuatro ruedas.
2021 verá a un nuevo piloto japonés en las parrillas de los Grandes Premios de Fórmula-1. Se trata de Yuki Tsunoda que, con 20 años, da el salto de la máxima categoría del automovilismo mundial, como no podía ser de otra forma, de la mano de Honda que ha sido, a lo largo de la historia, quien ha promovido la proyección internacional de los pilotos de su país buscando, sin demasiado éxito, el héroe local que los llevase al Olimpo del “Gran Circo Mundial”.
Tsunoda es el 21er piloto nipón en la historia de la especialidad y reabre una trayectoria que se cerró el 23 de noviembre de 2014 en el Gran Premio de Abu Dhabi con su compatriota Kamui Kobayashi retirándose a 10 vueltas del final con problemas de vibraciones en su Caterham. Desde entonces, ningún otro piloto japonés había llegado a iniciar la temporada a los mandos de un monoplaza. El palmarés japonés en la Fórmula-1 destaca únicamente en lo que respecta a Honda, pues motorizó con éxito el Williams de Nelson Piquet y los McLaren de Alain Prost y Ayrton Senna que se proclamaron Campeones del Mundo de 1987 a 1991. Posteriormente, sus regresos a la competición, no han estado acompañados de títulos.
Los datos en lo que respecta a los pilotos, son, incluso, menos halagüeños y se resumen en 20 pilotos y 3 podios (3 terceras posiciones) a lo largo de toda la historia de la Fórmula-1. Kamui Kobayashi fue tercero en el GP de Japón de 2012, Takuma Sato ocupó el tercer lugar en Estados Unidos allá por 2004 y Aguri Suzuki que, posteriormente tendría su propio equipo (Super Aguri) sumó el primer “cajón” nipón en 1990 en su Gran Premio de casa. Junto a ellos cabe recordar a Satoru Nakajima que, pese a no haber sumado ningún podio, es uno de los mejores pilotos japoneses de Fórmula-1 de la historia.
En esta temporada 2021, Yuki Tsunoda toma el relevo. Como muchos de sus predecesores, llega al Campeonato del Mundo de la mano de Honda en el equipo AlphaTauri, el anterior Toro Rosso que equipa motores del fabricante japonés y tiene a Red Bull como mentor desde que nació.
Tsunoda, que se incorpora muy joven a la Fórmula-1 viene precedido por una exitosa trayectoria, pues, trs adjudicarse el Campeonato Japonés de Fórmula 4 con el equipo Honda Fórmula Dream Project para ser noveno en la F3 y cuarto en la Eurofórmula Open en 2019 y lograr el tercer lugar final el año pasado en la Fórmula-2 (antesala de la Fórmula-1) con la formación Carlin Motorsport por el que han pasado pilotos de la talla de Vettel, Ricciardo, Magnussen o, más recientemente, Lando Norris, actual piloto de McLaren.
Con esta tarjeta de presentación y el apoyo de Honda, Tsunoda representa el deseo de Japón de reinar en la Fórmula-1.