Shanghai
09 de Septiembre de 2021
09 de Septiembre de 2021
¡Sí! Hemos venido a Shanghai para que Pau nos cuente su experiencia Erasmus en esta ciudad.
Soy Pau Bernades Cañada, tengo 25 años y hace dos hice mi Erasmus en Shanghai, China. Soy de Mallorca aunque estudié en Barcelona el Grado en Marketing y Comunicación Digital. Actualmente ya he acabado el grado y sin duda los 6 meses que pasé en Shanghai fue la mejor etapa de estos cuatro años.
Pau en la Gran Muralla China de Beijing.
Elegí Shanghai en el momento en que vi la lista de destinos disponibles. Al principio tenía dudas, al ser un país con una cultura tan diferente y al no tener mucha información sobre cómo es tener una experiencia Erasmus allí, pero fue esa diferencia también lo que más me llamó la atención. Además, había muchos lugares que tenía ganas de visitar, como las montañas de Avatar o Chengdu, la ciudad con mayor número de osos pandas en reservas naturales.
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Parque forestal nacional de Zhangjiajie (montañas de la película Avatar)
La universidad de destino es francesa, ESSCA, pero tiene alumnos de distintos países de Europa y Latinoamérica. En todo momento prestan ayuda para lo que haga falta, tanto en lo académico como en los problemas del día a día: Encontrar alojamiento, abrir una cuenta bancaria, etc.
Una de las cosas que quiero destacar son sus actividades. Tanto la Welcome week, como los viajes que organizan por distintas ciudades y pueblos durante la Semana Dorada (celebración china).
Visita a las oficinas centrales de Alibaba con la universidad.
Me sorprendió mucho el buen trato que reciben los extranjeros en todos los sitios. Aunque la comunicación es complicada, porque no dominan mucho el inglés, siempre son amables. Algo curioso es que te dejan entrar en las discotecas e incluso te sirven alcohol gratis. Además, Shanghai tiene una fuerte influencia internacional y puedes encontrar muchos sitios para salir de noche con la misma música que podrías encontrar en una discoteca de Barcelona o cualquier ciudad europea y lo mismo con los restaurantes.
Si visitas Shanghai hay ciertos sitios de visita obligada por lo increíbles y únicos que son. Por ejemplo la discoteca M1NT, que aparte de tener muy buen ambiente tiene una pecera enorme con tiburones. En cuanto a edificios, el que más me sorprendió fue la Perla Oriental, precioso por fuera y por dentro. También recomiendo pasear por el Bund, mola mucho ya que tienes en frente todo el barrio de Pudong lleno de rascacielos y por las tardes hacen un espectáculo de luces. Por último, no puedes irte sin comer en un HaiDiLao Hot Pot, muy diferente a otros restaurantes de hot pot, típico de China.
Pau con la zona de Pudong al fondo.
Tengo que reconocer que para ir a China hacen falta bastantes tips e información y tener claro cómo hacer ciertos procesos, como alquilar piso, para no cometer errores. El primero que me viene a la cabeza es que hay que tener cuidado con los taxis convencionales, te van a intentar tomar el pelo siempre. Aquí la cultura de regatear está muy presente, así que no dudes en hacerlo y en decirles incluso la mitad de lo que piden. Cuando me inscribí en el gimnasio, por ejemplo, me pedían 300 yuanes al mes y acabé pagando 160.
Hay algunas apps indispensables como WeChat, Alipay, DiDi y super importante también que tengas una VPN para poder acceder a Google y a las rrss occidentales.
El día a día durante la semana era muy similar. Por la mañana iba a clases, comía al lado de la universidad con amigos (comer fuera en China es muy barato, entre 2€ y 4€ por menú) y por las tardes iba al gimnasio. Cada día hacíamos algo por las tardes y los fines de semana había dos planes: hacer alguna escapada para conocer otras partes del país (al ser económico tanto el tren como los hoteles podíamos hacerlo bastante a menudo) o pasar el fin de semana en Shanghai y salir de fiesta.
Región de Hunan, visitando los campos de arroz.
Podría contar muchísimas anécdotas, desde el primer día vives experiencias que nunca te hubieras imaginado. Cuando llegué hacía bastante calor y lo primero que hice fue ir a comer algo y pedir agua, descubrí que si no especificas que la quieres fría te la dan muy caliente.
No obstante, la mayor anécdota fue reencontrarme con una chica francesa, Alice, que había conocido en Mallorca tres años atrás y por coincidencia estábamos en la misma universidad y en la misma clase. Empezamos a salir y actualmente es mi pareja.
Mi sitio favorito era sin duda el Bund. Es un paseo al lado del río, bastante largo y lleno de restaurantes y bares.
En cuanto a comida típica de allí no había nada que realmente me encantara pero me gustaban los dumplings.
Elegir un solo plan es difícil, diría que viajar por el país ya que descubres sitios increíbles y te lo pasas genial. También me gustaba mucho ir a tomar algo a los rooftops ya que al ser rascacielos las vistas son increíbles.
Para mi la frase que más utilizaba era Bù là, que quiere decir sin picante, ya que se lo ponen a todos los platos si no les avisas.
Al principio puede resultar un esfuerzo ya que estás saliendo de tu zona de confort pero una vez estás allí y empiezas a sentirte cómodo, las ideas que tenías cambian y empiezas a disfrutar la experiencia.
Creces mucho internamente al encontrarte en situaciones con las que has de lidiar y desarrollas mucho tus habilidades sociales. Una experiencia como esta, ya sea en Shanghai u otra ciudad, ayuda mucho a tener una visión más amplia de cómo son otras culturas, de las oportunidades laborales y amistades que puedes tener fuera de tu entorno y sobre todo, te lo pasas muy bien.
Mi experiencia ha sido tremendamente positiva, lo único que cambiaría sería hacerla más larga, el tiempo pasa muy rápido y 6 meses se me han hecho cortos.