El niño que creció viendo a sus ídolos
30 de Junio de 2021
30 de Junio de 2021
Recuerdo los mediodías en los que retransmitían el fútbol sala por La 2 de TVE. Aquellos goles de Paulo Roberto marcaron mi infancia y algo más. Hicieron que me decantara por ese deporte como actividad extraescolar y que ligase casi la totalidad de mi vida a él. Al igual que los que seguían la ACB por la tele cuando la daban en abierto y se acabaron convirtiendo en jugadores de baloncesto, o los que se aficionaron a un equipo de fútbol por verlo levantar un título por primera vez y ahora lo siguen allá donde juegue.
Esto invita a reflexionar, cómo una simple elección de contenidos televisivos puede marcar la vida de tantas personas. ¿Quién es el responsable de que ahora un individuo sea aficionado a cierto deporte y forofo de cierto equipo? o de que el niño que veía la NBA todas las noches haya terminado jugando en ella ¿Cómo funciona ese mercado?
Por suerte, hemos podido asistir a una Masterclass de Francesc Cruces, Director del Máster en Sports Management, en donde nos habla del deporte y sus derechos audiovisuales.
Todas las retransmisiones deportivas generan dinero, ¿pero quién se lo lleva? Francesc Cruces nos enseña el esquema de ingresos que envuelve este mundo.
Las propiedades deportivas clasifican sus ingresos en cuatro categorías: Comercial, en la que se engloba el patrocinio y el merchandising. Match Day, donde se sitúan los tickets, los abonos y todo lo que genera el evento de forma física. La actividad deportiva, para aquellas entidades que ingresen dinero por sus méritos deportivos en las competiciones o por el traspaso de jugadores y, por último, los derechos audiovisuales, aquellos que se generan por las retransmisiones.
Estos últimos, aparte de los condicionadores de tu elección por tu deporte favorito, han sido los responsables del gran cambio y avance de, entre otras competiciones, La Liga española de fútbol. En los últimos 10 años sus derechos se han reevaluado en un 200%. Estos derechos audiovisuales, comenta Francesc, se han convertido en determinantes para ciertos equipos, y pone un ejemplo: El Real Madrid obtiene un 25% de sus ingresos de esta manera, pero para un equipo como el Getafe, los derechos audiovisuales forman el 89% de su entrada de dinero.
Francesc avisa de la necesidad de encontrar un equilibrio entre los derechos que queremos poner a la venta y la exposición que generamos, y lo hace con ejemplos: La ACB llevaba años siendo emitida en abierto por TVE con unos datos de audiencia bastante notables, sin embargo, estos se vieron perjudicados cuando tomaron la decisión de vender sus derechos televisivos a Canal +. La exposición había bajado considerablemente. No se creaba afición ni espectadores, no se vendían entradas, los niños ya no se interesaban por ese deporte al no tenerlo presente, en resumen, su audiencia descendió un 88%. Lo mismo pasa con Moto GP y Formula 1, el interés de los españoles por este deporte ha bajado un 24% después de que sus derechos televisivos dejaran de ofrecerse en abierto y ser accesibles para todo el mundo.
Todos los demás ingresos de Match day, comercial y actividad deportiva se ven condicionados por este activo estratégico de los derechos audiovisuales. Encontrar el equilibrio entre ingresos y exposición es muy difícil pero resulta trascendental.
Los equipos deportivos se llevan dinero con sus derechos audiovisuales y, como hemos visto antes, para algunos, estos son la única manera de continuar en competición pero, ¿cuántas partes más hay en juego? ¿cómo se dividen estos ingresos? Francesc Cruces nos explica cómo se reparte todo este pastel:
El Right holder es el propietario de los derechos y tiene como objetivo encontrar ese equilibrio entre ingresos y exposición del que hemos comprobado la importancia. La Liga, en el caso español, es la que tiene los derechos de explotación de la competición de fútbol de primera y segunda división.
El Broadcaster es el encargado de la retrasmisión, paga por esos derechos y recupera la inversión gracias a su audiencia. Este puede ser una televisión o una OTT como DAZN. Las OTTs se diferencian de las Tv, entre otras cosas por la forma de emisión. Estas basan su funcionamiento en internet y ofrecen la posibilidad de consumo en cualquier lugar.
La audiencia, somos nosotros, el niño que veía a Paulo Roberto o el que se desvelaba para ver la NBA. Pagamos por ver los contenidos siempre, aunque los veamos en televisiones en abierto, ya sea con nuestra información, nuestros datos o la exposición a la publicidad.
El Middle Man, como Mediapro, es el encargado de asesorar a los Right holders, en este caso La Liga, y de ayudar a vender. Entre otras cosas, Mediapro ha ayudado a La Liga a conseguir una profesionalización en cada pequeño detalle. El número de neveras en los banquillos, la colocación del público siempre en la grada televisada… detalles que dotan de más valor la competición y que son beneficiosos para todos.
Por último y en el entorno de todos estos se encuentran los Stakeholders, como las autoridades encargadas de poner las normas. La estipulación de las normas de los contratos, la lucha contra la piratería, o el cuidado por el interés nacional de los espectadores.
Ahora ya hemos entendido cómo funciona este negocio, quiénes son partícipes de él y los intereses que hay detrás de elegir un contenido deportivo para retransmitir en abierto o en una cadena privada. No obstante, sigue siendo curioso, como una decisión que atiende a razones de negocio, puede influenciar en la vida de las personas hasta condicionarlas por completo. Y es que, ¿qué habría sido de Pau y Marc Gasol sin no tuviesen la posibilidad de ver a sus ídolos en las noches de NBA de Andrés Montes? como han mencionado ellos tantas veces, y ¿qué habría sido de todas las generaciones de niños posteriores sin poder verles a ellos?
Ponente: Francesc Cruces - Director Máster en Sports Management de SMSl Powered by EAE.
Moderador: Borja Polit - Asesor de programas en Sports Management.