En la mente de Ricardo Cavolo
14 de Septiembre de 2021
14 de Septiembre de 2021
El hemisferio derecho de nuestro cerebro se encarga de la creatividad, ahí se desarrollan las habilidades espaciales, el reconocimiento facial, el procesamiento de la música… Hoy hemos querido contar con una persona experta en trabajar con este lado del cerebro para que nos cuente cómo funciona el suyo y poder copiarle algunos trucos.
Ricardo Cavolo nació en Salamanca en 1982 y desde ese mismo instante ha vivido cerca de pinceles y colores. Tener un padre pintor y crecer con sus enseñanzas puede haber sido una de las mayores influencias para que hoy podamos estar hablando de una referencia mundial de la ilustración.
Sus creaciones son inconfundibles. Un estallido de colores primarios es el protagonista principal de todas ellas. Los ojos y el fuego son sus emblemas más característicos, junto con los tatuajes que cuentan las vidas de los personajes y las narices y pómulos sonrojados. Las obras de Ricardo Cavolo tienen una alta influencia de lo cotidiano, un claro ejemplo de esto es que podemos encontrar a los personajes y héroes de nuestra infancia atacados por las preocupaciones comunes de nuestro día a día.
Las tintas caligráficas, su habilidad con el pincel y la pluma y su creatividad lo han convertido en un artista con un imaginario único y una referencia. La obra de Ricardo Cavolo se extiende por diferentes ámbitos y países. Ha ilustrado libros como Romancero gitano, escrito otros como Jamfry, dibujado portadas de discos, pintado murales alrededor del mundo (Montreal, Hong Kong, Londres, México…) colaborado con grandes marcas como Nike, Apple, Circo del Sol, FC Barcelona, etc y sus creaciones se exponen en las mejores galerías de arte.
Pero, ¿qué nos diferencia de él? ¿de dónde salen sus ideas? Seguro que muchas veces te has quedado mirando un cuadro, perdido en la incertidumbre de intentar averiguar qué es lo que pasaba por la mente del artista para dar lugar a esa obra. Hoy será el primer día que no te quedes con las dudas. Ricardo nos descubre su proceso creativo.
Nunca he sabido responder muy bien a estas preguntas. Siempre cuento que desde mi posición veo cómo son los árboles, pero ni idea de cómo es el bosque, y ni cómo crece, jaja. Entiendo que alguien es creativo cuando consigue traducir de una manera concreta (con pintura, foto, música o incluso con un balón) una idea. Y no tiene por qué ser una idea o concepto nuevos, lo que cambia es la manera de mostrarlo a los demás.
En mi inexperta opinión creo que todos nacemos con creatividad. Luego tienen que darse dos situaciones. Que la entrenes y que encuentres la manera de canalizarla. Como decía antes, la creatividad la puedes plantear de mil maneras, desde encontrar la fórmula matemática que explique los agujeros negros, al arte pasando por la cocina y la moda. Por esto, cada uno tiene sus maneras y procesos para entrenar la creatividad. A mi por ejemplo me ayuda mucho lo audiovisual y lo musical. Los videoclips y los cartoon me tocan ciertos botones y me ponen en marcha.
Soy bastante metódico en el sentido que no hay grandes cambios de un día para otro (salvo cuando estoy de viaje pintando murales). Desde que tengo a mi hijo, mi tiempo de trabajo se ha reducido a más de la mitad. Así que trabajo muy enfocado en esas horas y según lo que me ocupe esa semana (trabajar en el siguiente libro, preparar un arte para una publicidad…).
Nunca invierto mucho tiempo en sacar las ideas, o al menos no me pongo delante de la hoja en blanco hasta que salga algo. Me lo prohíbo. Nunca me ha funcionado. Lo que hago es tener en la cabeza lo que tengo que solucionar y en el momento más inesperado me salta la solución.
La verdad es que en general no me ha defraudado la idea que me salió en su momento para cada proyecto. Creo mucho en mis instintos y voy a muerte con ellos. Creo que en un proceso creativo hay dos maneras de hacerlo, repensarlo bien y trabajarlo una y otra vez hasta que quedes satisfecho; y luego hay otra manera de hacerlo que es tirar con lo primero que llega a la cabeza y llevarlo hasta el final sin darle muchas vueltas. Esta es mi manera. Es hacerlo un poco a ciegas, con prisa y sin pensar mucho. Yo lo hago así porque la otra manera me aburre, jaja.
Siempre pensé que la manera correcta de trabajar era la de repensar mil veces y retrabajarlo. Que era lo más profesional e infalible. Pero he aprendido a confiar en mis instintos y tirar con ellos casi a ciegas.
Entrenar la creatividad o encontrar la forma de canalizarla. Tener presente el problema para encontrar la solución en lugar de anclarnos delante de una hoja en blanco hasta que salga y confiar en los instintos y apostar por ellos son algunos de los consejos de Ricardo Cavolo para mejorar nuestro proceso creativo y encontrar la llamarada creativa de nuestro interior..
Artículo en colaboración con: Ricardo Cavolo, @ricardocavolo