Tips para enfrentarse a la frustración del emprendimiento
15 de Septiembre de 2022
15 de Septiembre de 2022
Emprender es una aventura. El éxito no está garantizado, pero vale la pena si te acerca a tus sueños. “No importa qué lento vayas mientras no te detengas”, decía Confucio. Para muchos que se lanzan a crear su propio negocio, el hecho de atreverse y manejarse en un mundo tan complejo ya supone un éxito.
Si estás pensando en emprender o ya te has puesto a ello , te encontrarás con retrocesos y tropiezos. Lidiar con la presión y la frustración son dos de los grandes retos del emprendimiento.
Antes de colocarte ante los problemas, veamos algunas ventajas de emprender.
Ventajas de emprender
Autonomía: Muchos emprendedores buscan salirse de la dinámica de trabajar para alguien en aras de un mayor control y autonomía respecto a su negocio.
Realización: El hecho de conquistar un horizonte, vencer un reto y poner en marcha la propia empresa es un gran aliciente para quienes se lanzan a emprender. Al fondo, está la satisfacción del objetivo cumplido.
Compromiso: Si el negocio es tuyo, raro será que te desentiendas. El compromiso es un concepto inquebrantable a la hora de emprender.
Libertad: A la hora de tomar decisiones, ya que una de las ventajas de emprender es que ahora eres tú tu propio jefe. Por tanto, tendrás más responsabilidad.
Desventajas de emprender
Inseguridad: La incertidumbre es el gran compañero de viaje del emprendedor. Nada puede darse por hecho ni culminado; no es posible bajar la guardia, especialmente en las primeras fases de lanzamiento. Eso no es intrínsecamente malo: muchos emprendedores necesitan esa adrenalina para sentir que están haciendo algo importante con sus vidas.
Dedicación: Mirar el reloj, los fines de semanas, las vacaciones, puede ser una quimera en el camino del emprendedor. Si quieres que tu negocio fructifique, has de estar dedicado a él en cuerpo y alma. Suele haber mucha obsesión en el emprendimiento.
Responsabilidad con los otros: A poco que tu negocio despegue, necesitarás contratar personal. Si va bien, se sumarán muchos. Eso te permite liderar un equipo a tu manera, pero también te genera una fuerte responsabilidad hacia tu plantilla. No puedes desvincularte de su futuro.
Tips para lidiar con la frustración
Ser paciente: Nada se consigue en dos días. Ni en la vida, ni en los negocios. Saber esperar el momento oportuno, aguardar la caída de frutos tras arar la tierra y tener paciencia mientras todo ocurre es muy importante para no frustrarse a las primeras de cambio. Hay que ir paso por paso y marcar pequeños objetivos antes de alcanzar los objetivos a largo plazo.
Poner pasión, pero con cabeza: Ni una cosa ni la otra valen por sí mismas. Un exceso de pasión te hará ser errático y poco pragmático ante cosas que necesitan reposo, mientras que dirigirte sólo por la cabeza resta empuje a tu sueño. Una combinación sabia de ambas características evitará que caigas en el desaliento.
Pararse a pensar: Cuando no lo tengas claro, date tiempo, piensa, no vayas como pollo sin cabeza hacia un lugar que no sabes. Si en la adversidad o en los picos de estrés logras buscar huecos para replantear la acción, habrás ganado herramientas para el futuro.
Buscar consejo: Otros han pasado por lo mismo que tú, conocen los retos y los escollos del emprendimiento. Ya sean personas de tu entorno o no, busca consejo de quienes saben. Eso te ayudará a descargar presión y, sobre todo, a nutrirte de su experiencia ante situaciones similares.
Rodearse de los mejores y delegar: No todo está en manos del emprendedor, por eso es importante que se rodee de un buen equipo en quien confiar y delegar tareas para las que uno no está suficientemente preparado. Aceptar que otro puede llevarlo mejor sirve para que el progreso del negocio no se encasquille.
El emprendimiento es una carrera de fondo en la que los retos son constantes; aprender a lidiar con la frustración para sortear el desánimo es una tarea enriquecedora para el futuro de tu negocio.