03 de Febrero de 2020
El FMI está prediciendo un menor crecimiento en la economía global, alrededor de un 3,3% en 2020 y 3,4% en 2021, fundamentalmente hay dos aspectos que priman:
El sorprendente menor crecimiento de los gigantes asiáticos, China está acercándose cada vez más a un crecimiento del 5% (en estas previsiones no está el previsible mal efecto que pueda tener el coronavirus Wuhan, de acontecer algo similar al SARS entre 3 y 5 décimas podría rebajarse el crecimiento previsto)
En cualquier caso, lo más preocupante es que la India, que parecía estaba destinada a tomar el relevo a China como impulsor del crecimiento, no acaba de cumplir con las expectativas, la compleja economía India sujeta a múltiples ineficiencias es una apuesta segura de futuro, el problema es a qué plazo será capaz de llevar a buen puerto estas esperanzas.
En Europa ya no sorprenden las bajas tasas de crecimiento. Por desgracia, la combinación de bajos tipos de interés, inflación y bajo crecimiento recuerda lo acontecido en Japón en las últimas décadas. Si a eso añadimos la incertidumbre política de países claves como Italia (con un gobierno bastante débil y altas probabilidades de elecciones), Francia (donde la contestación social está siendo muy alta a algunas medidas), Alemania (con la sucesión de Merkel en el horizonte) y como no España (con serias dudas sobre el futuro del nuevo ejecutivo). Es altamente improbable que 2020 sea el año de Europa en cuanto a crecimiento económico.
En el caso particular de España, parece que 2019 ha acabado algo mejor de lo previsto y que al final el crecimiento será del 2%, pero hay muchas incertidumbres fiscales para 2020 y 2021, así como la previsible dificultad de gobernar de un gobierno que precisó el apoyo de 10 partidos para llegar a la presidencia. 2020 debería ser un año de transición, si la política económica acompaña y no hay excesivo ruido fiscal el buen rumbo podría recuperarse en 2021.
En Estados Unidos, 2020 es un año electoral y todo queda marcado por esto, previsiblemente el presidente Trump puede mantener una política fiscal laxa y presionar para que la política monetaria no se endurezca, pero poco más se puede decir, aunque Trump pueda mantener a la economía creciendo en 2020, hay muchos nubarrones en el horizonte desde mayores aranceles hasta la mencionada crisis sanitaria que apuntan a que tras 11 años de crecimiento, éste se puede moderar.
En los países emergentes parece que no serán años buenos para América Latina, las mayores trabas al comercio internacional y la caída en el precio de algunas materias primas podrían perjudicarles.