Reuniones y tiempo. O la regla de las doce endibias
06 de Mayo de 2019
06 de Mayo de 2019
Por: Rafa Bernardo, periodista de Cadena Ser
Si hay algo que no le sobra a un emprendedor, además del dinero, es el tiempo. Por eso, abundan las páginas con trucos y consejos (en la jerga, hacks) para maximizar la productividad y minimizar los momentos empleados en actividades a las que no se les saca rendimiento económico. Y aunque no podemos compartir esa visión que convierte al emprendedor en un robot que sólo trabaja, a la comida en combustible y al sueño en un reseteo, sí que nos sumaremos con entusiasmo a toda idea, ocurrencia o invento que contribuya a hacer más breve y llevadero ese sumidero de tiempo y esfuerzos par excellence que recibe el nombre de reunión.
A los consejos habituales para evitar que el suplicio se prolongue (anunciar un límite de tiempo global, tasar las intervenciones con cronómetro si es necesario, ceñirse a la agenda...), se les ha ido añadiendo por parte de los emprendedores de éxito un rico corpus de soluciones más o menos exóticas que quizá merezca la pena probar. Por ejemplo, la regla de las dos pizzas de Jeff Bezos: para evitar encuentros multitudinarios que nunca acaban por la gran cantidad de asistentes e intervenciones, el fundador de Amazon nunca invita a sus reuniones a un número de personas superior al que pueden alimentar dos pizzas. Sólo se nos ocurre una forma de mejorar la idea: transformarla en la regla de las doce endibias, que tiene la misma mecánica pero que añade menos diámetro a las cinturas de los participantes.
Otra meritoria aportación viene de la mano de Dustin Moskovitz, que importó de Facebook a Asana los "No Meeting Wednesday", la prohibición de celebrar reuniones un día de la semana (en este caso, los miércoles). Según sus adeptos, esta costumbre hace del tercer día laborable el más productivo, el que permite acabar más trabajo con menos interrupciones. Nuestra humilde propuesta para perfeccionar esta encomiable práctica: ir un paso más allá y concentrar todas las reuniones en una única jornada (propuesta de denominación: "Only Meeting Wednesday").
El siempre controvertido Elon Musk tiene una solución radical para las reuniones tediosas, que además recomienda a sus empleados: salir de ellas en cuanto uno constate que no está "añadiendo valor". "No es de mala educación salir; lo que es de mala educación es obligar a alguien a quedarse y perder su tiempo". Nada que añadir a un método tan expeditivo y sencillo.
En las fronteras de la innovación, se experimenta con los formatos totalmente libres: las unconferences o desconferencias le dan la vuelta al formato tradicional de convención y plantean eventos sin oradores designados, sin mesas de debate, sin stands y sin paneles. Son los propios asistentes los que se organizan y crean sus propios actos, con la premisa de que, si las partes más interesantes de las conferencias son a menudo las charlas de pasillo, ¿por qué no convertir todo el acontecimiento en un gigantesco pasillo? Imprevisibilidad, espontaneidad, creatividad, colaboración e incertidumbre ¿Alguien se atreve a copiar el formato para su próxima reunión?