Sostenibilidad, inclusión y nuevo capitalismo, ejes del Foro de Davos 2020. Por Francisco Verdera
27 de Enero de 2020
27 de Enero de 2020
Esta semana, del 21 al 24 de enero, se está celebrando el 50 aniversario del Foro de Davos, una iniciativa del World Economic Forum para facilitar el diálogo y discusión entre diferentes tipos de partes interesadas.
Una reunión de líderes mundiales que cubre diferentes ámbitos (geopolítico, empresarial, financiero, social, ambiental, tecnológico, entre otros) para responder a preguntas claves de nuestra sociedad y diseñar un mundo mejor. El lema ha sido ‘grupos de interés por un mundo cohesionado y sostenible’ y trata de alcanzar soluciones globales para un mundo cada vez más interdependiente y tecnológicamente conectado.
Para ello, foro está tratando 7 temas principales como son la salud (Futuros más saludables), sostenibilidad (Cómo salvar el planeta), tecnología (Tecnología para el bien), geopolítica (Más allá de la geopolítica), trabajo (El futuro del trabajo), empresa (Empresas más justas) o economía (Economías más justas).
La sostenibilidad se ha consolidado este año como uno de los temas estrella. El World Economic Forum ha publicado recientemente su informe de Riesgos Globales para 2020, en el que los riesgos más probables y de mayor impacto son los ambientales (clima extremo, pérdida de la biodiversidad, desastres naturales, fallo de las medidas contra el cambio climático o desastres ambientales causados por el ser humano). También hay otros riesgos para la sociedad, como la crisis de agua, tecnológicos como los ciberataques, o geopolíticos como el conflicto entre estados o el fallo de alcanzar un gobierno mundial. No es de extrañar que, ante dicho panorama delineado por un amplio colectivo de expertos de empresas, gobiernos o de otros colectivos socioeconómicos, haya habido posiciones enfrentadas en el Foro de Davos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asistido por segunda vez al foro de Davos y se ha reafirmado acerca de sus prioridades sobre la economía, la defensa de los trabajadores norteamericanos y la creciente producción de energía en los Estados Unidos. Greta Thunberg ha reiterado su demanda de acciones reales e inmediatas para acabar con la crisis ambiental y de acabar con todas las emisiones de C02. Algo que, según ella, no ocurrirá si no se detienen inmediatamente todas las inversiones en extracción de combustibles fósiles, si no se pone fin a todos los subsidios a estos combustibles o si no se deshacen inmediatamente de ellos. Asimismo, ha indicado que no es suficiente reducir las emisiones, o jugar con estadísticas, o compensar emisiones, sino que se debe poner fin a ellas.
El mensaje de Angela Merkel, ha estado más cercano al de Greta Thunberg. Ha señalado que el precio de la inacción es muy superior que el de la acción. Los países industriales deben actuar, dado que los Estados miembros del G20 producen un 80% de las emisiones de CO2. Para ella, la solución pasa por la innovación y la investigación y la aplicación de tecnologías más verdes. Mensaje muy parecido al de la presidenta de La Comisión Europea, Ursula von der Leyen, con su paquete de medidas billonarias para posicionar a Europa como el líder mundial en implantar la neutralidad en carbono, la economía circular, la energía limpia o una política para residuos y plásticos de simple uso como herramienta de innovación y creación de valor.
En el foro se han arrojado previsiones económicas mejores que las diagnosticadas en noviembre de 2019 por el Fondo Monetario Internacional (FMI), debido a diversos factores como pueden ser el enfriamiento de las guerras comerciales de Estados Unidos con China o con Europa, el alejamiento de un escenario de Brexit duro. Aún así, se reconoce la desaceleración en la economía estadounidense, el previsible enfriamiento de la actividad económica en Europa (que implicará un empeoramiento del entorno para España) o un menor crecimiento para China.
También me ha llamado mucho la atención la publicación del Índice Global de Movilidad Social, en el que España ocupa el puesto 28, justo después de Estados Unidos. Alemania y Francia, en los puestos 11 y 12, y Portugal en el puesto 24 están por encima de España. Se trata de un índice que marca las posibilidades de ascenso en la escala socioeconómica en un país, que se mide en generaciones, y que se produce mucho más rápidamente en algunos países, como son los del norte de Europa. Por ilustrar este índice, en España se tardarían cuatro generaciones en acercar una familia de bajos ingresos a la media nacional, mientras que en el país que lidera el índice, Dinamarca, se tardarían dos generaciones.
El World Economic Forum, a iniciativa de su fundador y presidente ejecutivo, Klaus Schwab, ha lanzado el ‘Manifesto de Davos 2020’, actualizando la visión del foro acordada en 1973. Se trata de un conjunto de principios éticos que deben guiar a las empresas en la era de la cuarta revolución industrial. Se trata de la definición de un nuevo tipo de capitalismo, más responsable y circular, el ‘Stakeholder Capitalism’. Una nueva forma de entender la economía y la empresa. Las empresas pagaran un impuesto justo, mostrarán tolerancia cero a la corrupción, respetarán los derechos humanos a lo largo de las cadenas de suministro globales y advocarán por mercados competitivos y justos. De esta forma, las empresas compatibilizarán el beneficio de los accionistas, con un beneficio para clientes, proveedores, empleados y para la sociedad en general.
Pedro Sánchez realizó una intervención en la que presentó los cinco puntos principales de su gobierno: crecimiento económico basada en empleos decentes, impulsar la transformación digital y la transición ecológica, fomentar la igualdad entre hombres y mujeres y la justicia social. El presidente añadió que abordará dichos cinco puntos mediante la creación de empleo, el rigor fiscal y el equilibrio en las cuentas públicas.
Como no podía ser de otro modo, la tecnología y los cambios vertiginosos que está introduciendo en la economía y la sociedad tiene también un papel destacado en el foro de Davos. Este año se discuten temas como el uso legítimo de los datos para garantizar la privacidad y la ciberseguridad de personas, empresas o de infraestucturas críticas. El uso de la inteligencia artificial en beneficio de las empresas y de la sociedad también ha ocupado gran parte de las intervenciones en el ámbito tecnológico.
Otro de los puntos del foro se ha centrado en la inclusión mediante el trabajo: cómo mejorar la capacitación profesional de mil millones de personas en los próximos cinco años, sin olvidar cómo afrontar las elevadas tasas de desempleo en el mundo. En este sentido, el foro ha determinado la importancia de hacer llegar la formación y la recapacitación a todas las capas de la sociedad, incluyendo la fuerza laboral actual, la siguiente generación (los jóvenes) y las personas que actualmente están excluidas (las generaciones mayores y los jubilados) ante los cambios tecnológicos que se están produciendo vertiginosamente.
El Foro de Davos 2020 va a dejar una clara línea de inspiración para las políticas que se van a aplicar en el mundo. Muchas de ellas, se plasmarán en acuerdos internacionales y legislación económica internacional, que se estudian en el Máster de Negocios Internacionales del EAE Business School y que tienen una gran influencia en la competitividad de las empresas.