NaciĆ³n emprendedora
31 de Octubre de 2018
31 de Octubre de 2018
Por Rafa Bernardo, periodista de Cadena Ser
El presidente del Gobierno, Pedro SĆ”nchez, ha hablado ya en dos ocasiones de su intenciĆ³n de impulsar una estrategia que harĆ” de EspaƱa una Startup Nation: se lo ha trasladado al CEO de Apple, Tim Cook, y lo anunciaba a los asistentes a South Summit durante la clausura de esa cita del emprendimiento nacional e internacional. El contenido preciso de la iniciativa todavĆa estĆ” por fijarse, pero parece claro que una fuente de inspiraciĆ³n serĆ” el proyecto similar anunciado por Emmanuel Macron para Francia.
Como medidas concretas sobre la mesa hay pocas, y ademĆ”s pueden variar en funciĆ³n de cĆ³mo termine el proceso de elaboraciĆ³n de los Presupuestos Generales del Estado, merece la pena fijarse mĆ”s bien en las condiciones necesarias para que surja ese "paĆs de emprendedores": en definitiva, quĆ© elementos son indispensables para lanzarse a un ejercicio de nationbuilding. Sobre todo, porque sin esa reflexiĆ³n previa, toda estrategia de acciĆ³n corre el peligro de diluirse por falta de enfoque.
Y uno de los componentes sobre los que hay que reflexionar es el de los agentes o interlocutores a la hora de diseƱar e implementar este tipo de polĆticas ĀæQuiĆ©n o quiĆ©nes representan a los emprendedores a la hora de proponer, negociar y presionar? Parece claro que ninguna de las organizaciones nacionales relacionadas estrictamente con el emprendimiento tiene mĆŗsculo suficiente hoy por hoy para considerarse como interlocutor claro (ĀæquiĆ©n se atreverĆa a seƱalar a la "patronal del emprendimiento espaƱol"?). Por otro lado, las asociaciones de autĆ³nomos son demasiado generalistas como para reflejar con precisiĆ³n los intereses especĆficos de este tipo de proyectos empresariales, que muchas veces son bien distintos Āo contrarios- a los del grueso de sus asociados: las iniciativas disruptivas acostumbran a convulsionar los mercados en los que operan los agentes mĆ”s tradicionales.
SimultĆ”neo al proceso de bĆŗsqueda de interlocutor, ha de perfilarse la definiciĆ³n del colectivo: ĀæQuĆ© caracterĆsticas empresariales ha de reunir un proyecto para ser considerado startup? ĀæQuĆ© sectores van a seƱalarse como prioritarios? Decisiones polĆticas, que sin duda serĆ”n polĆ©micas (al trazar la silueta de lo que es un emprendedor se suscitarĆ”n quejas por parte de los que queden fuera del "recorte"), pero que son inevitables a la hora de elaborar una estrategia de "naciĆ³n emprendedora" que tenga posibilidades de ser eficaz.
TambiĆ©n parece necesario aclarar quĆ© valores se trata de impulsar con una estrategia de este tipo, despejando la palabra "emprendedor" de los diferentes clichĆ©s positivos y negativos que se han ido acumulado encima de ella, oscureciendo su significado. No olvidemos que el uso del tĆ©rmino "emprendimiento" se ha generalizado en EspaƱa de forma poco meditada y mĆ”s bien ansiosa, al calor de una crisis devastadora que favoreciĆ³ su desarrollo como alternativa a la destrucciĆ³n masiva de trabajo asalariado, y no como nuevo paradigma del modelo productivo para la economĆa presente y futura.
Y, por Ćŗltimo, no hay que olvidar la mirada europea. Algunas de las voces crĆticas con el proyecto Startup Nation de Macron han seƱalado como obstĆ”culo para este tipo de planes el pequeƱo tamaƱo de los mercados nacionales europeos frente a los amplios horizontes Āterritoriales, pero tambiĆ©n culturales y lingĆ¼Ćsticos- con el que parten las iniciativas empresariales en el gran rival, Estados Unidos ĀæQuizĆ”, mĆ”s que unas cuantas "naciones startup", sea mejor impulsar un Continente Emprendedor?