El Banco de España se centra en lo social: advierte sobre el sistema de pensiones
07 de Junio de 2019
07 de Junio de 2019
Por José Ramón Sánchez Galán, profesor en el Máster de Dirección y Gestión Financiera de EAE
Según el último informe del Banco de España, la institución monetaria advierte de un sistema de pensiones precario. Conforme al organismo, aparte de la tasa de desempleo, el problema estriba en el origen, es decir, no en la mera contribución, sino en el origen de esa aportación, esto es, el salario.
De ahí, la pregunta ¿Cómo deben de ser los salarios para que sean considerados justos? Siguiendo al Banco de España, ligados a la productividad en consonancia con los sindicatos. Esto plantea una segunda doble cuestión derivada, ¿Qué es la productividad y cómo se mide?
La productividad es un término complejo, ya que si bien en esencia implica el grado de aportación del trabajador al producto, abarca más aspectos como la eficiencia (hacerlo de la mejor manera posible), la calidad (que el producto o servicio cumpla con los requisitos adecuados) o la competitividad (que ayude a que la empresa mejore su posición en el mercado). En términos cuantitativos, puede obtenerse un resultado; basta con dividir la cantidad de unidades producidas conforme a las horas empleadas por el trabajador para ello.
Pero ¿Es eso eficiente o de calidad? Y otra cuestión ¿Y si se trata de un servicio? Las unidades producidas no son cuantificables, de ahí la dificultad de su mensurabilidad.
En segundo lugar, se plantea otro dilema: aunque se consigan unos salarios ajustados a la productividad ¿Serán suficientes para garantizar el pago de pensiones? Estamos hablando de una economía con una tasa de paro del 14.7 % en el primer trimestre del año, según los últimos datos del INE (por encima de los 3 millones de personas).
Como ya hemos manifestado en otras ocasiones y así también por parte del Banco de España, el problema sigue siendo de Oferta Agregada y no de Demanda Agregada. Y, dentro de las variables posibles, el desempleo es la clave. No consiste en medidas cortoplacista o poco populares (como alargar la edad de jubilación a una persona que ya le toca descansar tras aportar a la sociedad su esfuerzo), sino de conseguir acceso al empleo.
La cuestión es ¿Cómo? Se podría plantear quien emplea. Las empresas. Entonces, facilitar la creación de empresas en sus diferentes modalidades, desde el individual y autónomo, hasta el abanico que ofrece multitud de posibilidades, con varios socios (Cooperativa, Comanditaria, Sociedad Anónima ).
Y, por añadidura, favorecer la cualificación de los trabajadores sin importar el sector, con una formación eficiente y capaz. Paradójicamente centros profesionales que también contribuyan a la creación de empleo. En España, no se dispone de una adecuada formación institucionalizada para los no universitarios que deseen desarrollar su vida laboral al margen de un título de Grado.
En consecuencia, no es únicamente una cuestión cuantitativa monetaria, sino una cuestión cuantitativa social. Y es a eso, ya que estamos con Gobiernos recién estrenados, a lo que deberían volcarse en la nueva legislatura que tienen por delante.